100 Dias de historias naruhina

Cartas.....

Naruto se encontraba en su apartamento, desde hace 4 días había enviado aquella carta a Hinata

Estaba ansioso y muy nervioso, esperaba con ansias su respuesta

Escucho el tocar de la puerta de su apartamento, se levantó y se dirigió allí para saber de quien se trataba

- Naruto! ¡Llego el correo! ¡Es la chic.... - el portero se calló al instante cuando vio a Naruto abrir la puerta con desesperación

- E-Estas seguro de que es Hinata.....

- Emmm si, aquí dice Hinata Hyuga

- Me respondió al fin, me estaba desesperado por su respuesta

- Suerte con Hinata

- Gracias Iruka - sonrió y el portero se fue para que luego el se adentre a su apartamento

Abrió la carta con mucha emoción y nervios

Naruto....

Lo he pensado, quiero que nos veamos de nuevo, quiero que hablemos frente a frente

Nos vemos en el mirador....

A las 20:30 pm....

Atte: Hinata Hyuga....

- ¡Acepto! ¡Acepto! - se levantó y saltó mientras soltó pequeñas lágrimas de felicidad

Pero cayó en la realidad....

Aquella carta era de ayer.....

- ¡La reunión es hoy! - grito con desesperación y reviso el reloj de su mano y sintió morir - ¡¡¡Son las 20:15!!!

Como pudo se alistó para poder llegar a tiempo

Salió y tomó el primer taxi que encontró, pues era época de nieve y taxis no habían muchos

- Al mirador de la cuidad por favor..... - intentó sonar lo más calmado que pudo

Naruto estaba desesperado, cada segundo miraba su reloj esperando poder llegar a tiempo

Al llegar sintió tanto alivio pues aún faltaban 3 minutos

Pago el taxi y subió hasta la cima del lugar

Al llegar se quedó sin aire, ahí estaba ella.....

Su pelo largo bailaba al compás del aire de la noche, su piel blanca parecía brillar con la luz de la luna

No hablo, sólo quería guardar la imagen de ella para siempre 

- H-Hinata....

La chica se sobre saltó al escuchar la voz del rubio

- N-Naruto...

Ambos se miraban directamente, no necesitaban palabras para expresar el anhelo que tenían por verse

Naruto sólo se acercó a ella y tomó un mechón de pelo y lo puso detrás de su oreja

- Gracias......

- No tienes que agradecer nada Naruto.... yo acepte porque quise

- Y agradezco eso.... siento volver a vivir

Las mejillas de la Hyuga se tiñieron de un color rosa mientras su corazón latía

- Naruto... y-yo, tenemos que hablar

- Entonces hablemos....

Ambos miraron el paisaje que daba el lugar, la cuidad estaba hermosa pero la presencia del otro completaba la vista del otro

- Naruto.... sobre intentarlo yo sólo quiero decirte que

- Si no quieres aceptar, no voy a obligarte..... pero tenía esperanzas - la voz le traicionó pues se escuchó claramente como intentó callar un sollozo

- N-no! No es nada de eso

- ¿Enserio? Lo siento, sólo que... tuve miedo de tu rechazo

- Naruto.... quiero que lo intentemos, Pero ambos sabemos que las cosas no son como antes, hemos madurado en nuestras emociones y actitudes. Han pasado exactamente 2 años desde que no nos vimos más, desde que terminamos

- Lo se.... tanto como tu y yo hemos cambiado mucho

- Por eso quiero que vayamos despacio, comencemos con una amistad....

- Entiendo, sólo dejemos que....

- Lo nuestro fluya como nuestro amor.... - completaron ambos con una sonrisa, esas palabras se habían dicho en su primer mes de novios

Ambos se voltearon a ver, ambos con esa mirada que transmite más que mil palabras

Naruto se acercó más a ella y con delicadeza la tomó de las mejillas para luego darle un beso suave, beso que ella correspondió

El fondo de la luna y de la nieve cayendo junto a ellos en ese acto de su amor era el espectáculo que cualquiera creería que se trataba de una película romántica

Ambos se alejaron con un rubor en las mejillas

- Di-dije que teníamos que ir lento...

- Lo siento pero no me pude resistir, hace mucho que no probaba tus labios... - soltó una risa - aparte tu no me apartaste, ósea que tu también lo querías

- C-Callate... - se tapó su rostro con sus manos - mejor vamos a otro lugar

- Como digas - contestó para luego agarrarle la mano y bajar de aquel mirador

Sus almas estaban llenas, ambos se completaban

Después de todo el hilo rojo del destino no se rompe

Y aquellas cosas que no podías decirlo en persona puedes escribirlo en cartas...