Reminiscencias

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La última página de un libro no necesariamente es el final de una obra, ella regresó de  la muerte para comprobarlo. Pensé que ella sería la que se quedara con la peor parte,  pero soy yo el que está varado en el infierno sin poder encontrarla.

— ¿De nuevo el mismo sueño?
— No puedo dejar de pensar. El hombre de traje tomando la mano de mi esposa y la  mujer de rojo envolviéndolos en un manto de fuego. Esta extraña mujer, que está acompañada de un  simio me dice que el tiempo puede ser invertido...
— Y el simio te sonríe mientras blande un martillo ¿No?
— Así es. Justo antes de despertar veo al escritor y este me ve a mí también.

Harold me miró decepcionado. Me sirvió un trago y dejó la habitación.

En mi agonía, tan extensa y oscura como el cielo nocturno, me sumerjo  en una  perturbadora reflexión. No tengo alternativa, no puede haberla cuando mi vida se mueve en  una sola dirección, pero si lograra dar vuelta a la estructura del tiempo y regresar  hasta el momento que la perdí; solo así podría volver a verla.

Nacido del vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora