Pareidolia

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Apreté su cuello con fuerza, podía sentir como este palpitaba del horror entre mis manos. Miré fijamente a sus ojos desorbitados e hice más presión, hasta que dejó de luchar y se entregó a mí. Durante un instante fui dueño de una vida y testigo de como la luz de su alma se extinguía de sus ojos. Estiró sus piernas temblorosas y quedó muerta. La cogí de la cabeza y besé su frente, para luego susurrar a su oído "Hasta que nos volvamos a encontrar". Debo admitir que me pareció agradable verla morir. Su mirada se quedó grabada en mi mente y estoy seguro de que en pesadillas volveré a vivir este momento. 

 El horror llegó al ver a la mujer volviendo a la vida, poniéndose de pie y cambiando su forma a la de un cuerpo robusto y masculino. Su amenazante miembro colgaba entre sus piernas y mostraba de manera muy obvia sus intenciones.

Nacido del vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora