Omnisciente.
Su cuerpo no dejaba de temblar debido al shock, la crisis que la envolvía y luchando con sus propias lágrimas intentando ser fuerte. Estaba tan frustrada, enojada, llena de importancia y rabia, no solo sentía que todo en ella se había ido a la mierda, sino que las imágenes de sus hijos pasaban por su mente una y otra vez, más cuando el cuadro en su oficina lo recordaba.
Estaba pegada, intentando controlar las emociones de su cuerpo, pero como los impulsos en su vida la abundaban, apretó el botón imprimiendo cada una de las imágenes que él le había mandado, junto con el correo electrónico del hombre, tenía las pruebas en sus manos y sabía que ante eso la morena no podía hacer nada.
¿Por que Camila había decidido hacer eso con ella? ¿Por que destruyó su matrimonio de la peor manera?
Tomó las pastillas de su cajón, bebiéndola rápidamente aún sintiendo sus manos tambalear como todo de ella, no podía controlarlo por más que intentara y era la peor sensación del mundo, sentirse de esa manera. Camino al baño de la oficina, mirándose en el espejo mojando su rostro con agua fría, junto con su cuello notando que sus ojos ya no estaban rojos pero si lo suficientemente tristes como para sentirse una basura en esos momentos.
Salió de la oficina diciéndole a su secretaria que cancelara las reuniones de la tarde excusándose que había tenido una emergencia para marcar el número de su papá al instante caminando al estacionamiento.
-¿Que pasó? Te estaba esperando abajo para comer.- le dice al instante.
-Tuve un tema con unos clientes.- se excusa. -Pero lo solucione.- abría su Audi Q8, subiéndose a el.
-Eso es bueno.- le comentó.
-Si, papá pero te llamaba para pedirte un favor.-
-Dime cariño.-
-¿Puedes ir a buscar a los niños y llevarlos a tu casa por la tarde?.-
-Si puedo, pero ¿sucedió algo?.- pregunto preocupado.
-No, solo quiero ver algo con Camila a solas, iré por ellos en la noche y te comento.- le dice.
Mike desde su propia oficina hacia una mueca sintiendo el tono de voz diferente en su hija, aumentando la preocupación, pero bombardear a su hija con preguntas en esos momentos no era lo mejor.
-Esta bien, avisa en el colegio para que no pongan trabas, iré con tú madre porque sino no me podré solo... ¿quieres que pase por Ethan a tu casa?.- propuso.
-Por favor.- le pidió.
-Esta bien cariño, cualquier cosa avísame.-
-Gracias papá.- Lauren finalizó la llamada poniendo el marcha su vehículo.
Apretó el acelerador, cuando ingresó a la carretera, sintiendo sus manos aún temblar incluso costándole pasar los cambios pero la impotencia, la rabia y la adrenalina crecía a cada instante.
Marcó el número de la directora del colegio, anunciando que sus padres irían por los niños, para leer de reojo el mensaje de su papá que decía que iría antes por ella para pasar primero por Ethan a la casa. Lo agradeció al instante sabiendo que para sus hijos no era bueno que vieran algo así, más si Max era muy inteligente y era capaz de pensar que las cosas con sus madres no estaban bien.
Quería alejarlos de esa realidad porque su familia siempre fue lo más importante para ella, sus hijos sobre todo.
Condujo entre el tráfico, los nervios, dando bocinazos perdiendo la paciencia, hasta que casi media hora más tarde llegó al edificio donde Camila tenía su consulta, si todo indicaba la morena no estaría trabajando, sino teniendo cualquier cosa con el imbécil, lo tenía claro.

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En la cornisa.
FanfictionLa vuelta del pasado, un momento difícil, el amor no es el mismo cuando los años pasan. Tomar decisiones a veces no es simple, no cuando el corazón está dividido, no cuando una parte de ti dice que si y la otra se niega. Pero todo se complica aún...