Capitulo 14

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Omnisciente

Camila no dejaba de pensar en lo que Dinah le había comentado, habían pasado días desde ese momento, más cuando Lauren le había confirmado que iría a todas con total de no dejarle los niños, más cuando sabía que quizás la mujer tenía razón en las cosas que decía, y en eso se refería plenamente a Dinah, no a Lauren.

Ella nunca le fue infiel, y le dolía saber que su esposa pensara eso, pero también le dolía saber todo el daño que había causado en ella este último tiempo, la había destruido cuando juro no hacerlo, la hizo sentir mal cuando le dijo que nunca lo haría, la rechazo cuando debió amarla, y la apartó de su vida como si de un desconocido se trataba.

No fue la mejor persona para estar aún lado de su mejor en los momentos difíciles de su matrimonio, sabía que la culpa de que hoy estuvieran pasando por un trámite de divorcio era por culpa de ella.

¿Por que uno se da cuenta de las cosas cuando ya es tarde?

¿Como podía revertir esta situación?

¿Como iba a luchar contra alguien que había destruido?

¿Valía la pena hacerlo?

¿Era posible que hubiera una mínima posibilidad entre ellas dos? ¿Aún cuando su esposa no quería absolutamente nada con ella?

¿Como hacer que ella confiara otra vez? ¿Como ella poder ver lo que le sucedió en ese tiempo con Lauren?

¿Por que la apartó de su vida? ¿Por que la tiro lejos olvidándose de las cosas que tenían juntas?

Pasó las manos por su cara, era sábado por la mañana y estaba preparando el desayuno para su familia. Sus hijos estaban durmiendo aún y Lauren estaba en el gimnasio haciendo ejercicio.

Sabía que su mujer lo hacía para calmar su ansiedad, sus crisis de abstinencia en su momento y para relajar su mente, sabía que hace dos años atrás ella estaría jugueteando con ella en ese lugar intentando no meter ruido para no despertar a los niños, pasando su mañana como dos adolescentes enamorada.

Extraño esos momentos, porque cuando nos sometemos en una rutina, no nos fijamos en las cosas buenas que teníamos antes de que la tormenta viniera a nuestras vidas.

Tomando un largo respiro, camino al gimnasio, entrando, viendo cómo Lauren corría por la trotadora, mientras el sonido de la música resonaba en el lugar. Se apoyó en el umbral, mirando su cuerpo, con el cabello en una cola, y el sudor recorriéndola.

Hacía meses que no miraba a su esposa con otros ojos, porque no sentía deseos de tener sexo, no tenía animo, no tenía ganas de nada en realidad, esa era la verdad, más que estar con sus hijos y hacerlos feliz a ellos.

Lauren sintió la presencia de Camila, ignorándola por completo como lo había hecho desde que supo que ella le había ocultado lo de su ex, de algún modo algo se había apagado en ella desde ese momento, porque estaba luchando contra la corriente y estaba tan frustrada con todo lo que había sucedido a lo largo de su matrimonio, en el fondo sabía que sacar a Camila de su vida era la mejor opción, rogando que el divorcio no se demorara tanto y que ellas pudieran terminar con ese matrimonio de una vez.

No podían seguir juntas, cuando las mentiras habían abundando, y cuando Camila no era feliz con ella... había fallado cuando jugó, había fallado cuando casi lo perdió todo y falló también en recuperando su matrimonio. Odiaba el fracaso y ahí se encontraba, perdiendo la cosas más importante en su vida, que era a la mujer que amaba y su familia.

-¿Necesitas algo?.- Lauren paro la corredora, para mirarla, ya se sentía intimidada por la mirada de su esposa.

Entonces fue cuando la vio llorar desde el umbral.

En la cornisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora