En la cornisa.

Capitulo 17

Omnisciente

La nieve no dejaba de caer, y el frío se sentía apenas ponías un pie afuera de la casa, razón por la cual el fin de semana se tuvieron que quedar allí sin salir, pidiendo lo que necesitaban por internet. Más cuando había tormenta y los niños se asustaban, porque la nieve ya no era algo leve, sino acompañada con un fuerte viente y sin poder salir de casa al menos esos días, y eso que recién había comenzado la madrugada del domingo. El sábado solo llovió.

Lauren despertó a las seis de la mañana, mirando por el ventanal de su habitación, viendo cómo el balcón estaba tapado en nieve, agradeció tener prendida la calefacción sino el frío sería tremendo, más cuando vio la temperatura en su celular, era casi histórico, unos veinte grados bajo cero y aumentando.

Prendió el televisor, viendo las primeras noticias del día donde hablaban netamente de la tormenta y como se iba a extender por al menos el resto de la semana, provocando así la preocupación en las autoridades del país en especial en los niños que debían ir a la escuela.

-Buenos días.- murmuró Camila media adormilada. -¿Que hora es?.-

-Seis y media.- comentó Lauren.

-¿Los mandaremos?.- pregunto por los niños.

-No, no es bueno en esta situación, solo irán a pasar frío.-

-Pienso lo mismo.- Camila miro el televisor, viendo cómo el alcalde de la ciudad salía en primer plano. -Súbele un poco.- le pidió.

Lauren asintió, subiéndole el volumen, escuchando las palabras del hombre, la misma introducción de siempre, que la familia era lo más importante, pero sobre todo recalcando del difícil momento que estaban viviendo producto a la tormenta, ordenando la suspensión de clases y trabajos de las personas, debido a la cantidad de nieve que había caído en las últimas horas.

"Las proyecciones indican que la cantidad caída aumentarán considerablemente las próximas horas, solo esperamos un desastre natural como en el del año 1977... hacemos un llamado a permanecer en casa y refugiarse en los albergues habilitados para las personas que lo necesiten, esta medida se llevará hasta que el la tormenta decline"

Lauren miro a su esposa, quien soltó un suspiro.

-Llamaré a Vick.- dijo Lauren al instante.

-Y yo a mi secretaria para que llame a los pacientes y ver si puedo hacerlo vía remota.- comentó la morena, poniéndose de pie.

Lauren asintió, llamando a la mujer informándole de la medida estatal, sabiendo que iban a tener que estar solas con sus hijos los siguientes días. A penas le corto recibió el llamado de su papá prohibiéndole ir a la oficina, además de que era una medida de seguridad para todos, a veces sospechaba que Lauren podía ser algo testaruda, ordenándole a trabajar desde casa si lo deseaba.

Y cuando terminó de hablar con su papá, miro la cama, recordando cómo hubiera sido esta situación en cualquier otro momento de su matrimonio, con Camila se hubieran acostado nuevamente, abrazándose sin despertar a los niños para hacerse cariño, abrigarse juntas y hasta haciendo el amor, siendo dos niñas nuevamente enamoradas de la otra, pero ahora solo quedaban los recuerdos de ese momento, y más aún cuando no eran capaces de ni siquiera tocarse al dormir.

-Hace frío de todas maneras.- Camila se metió de nuevo a la cama.

Lauren asintió, mirando la hora, y parecía que el tiempo pasaba lento.

-Iré a ver unas cosas a la oficina, prepararé el desayuno también.- anunció Lauren.

Camila la miro alzando una ceja.