En la cornisa.

Capitulo 21

Omnisciente.

Lauren estaba sentada en la cama tomándose el ansiolítico, con agua, luego de que Camila peleara con ella por años que no debía hacerlo con Coca Cola sin azúcar. Así que luego de eso abrió la botella de coca cola sin azúcar que siempre se lleva a su pieza para beber un sorbo, mirando a su esposa lavarse los dientes en el baño.

Fue el momento donde Ethan lloró.

-Lauren ¿Vas tu?.- comentó la morena.

-Si.- anunció poniéndose de pie.

-Intenta que duerma de nuevo allá por favor, no quiero que se mal críe a dormir con nosotras.- le pidió, y aunque Lauren iba a protestar.

Solo fue ante el llanto de su bebé, lo que le sucedió a su hijo fue que la sábana le había tocado la cara provocando un roce que no le agradó, suficiente para llorar, Lauren lo consoló, paseándolo por un momento hasta que dejó de llorar, pero el sueño en el niño luego de haber estado jugando la mayor parte del día con sus dos madres, le ganó, haciendo que volviera a dormirse.

Lauren le dejó la luz tenue, volviendo a su habitación, apenas abrió la puerta, la imagen delante de sus ojos hizo que su cuerpo se remecería.

-¿Así que solo provocó?.- Cuestionó Camila alzando una ceja.

Acercándose a su esposa, en su ropa interior de encaje, dejando leve besos en su cuello, Lauren trago en seco, apretando sus ojos.

-Solo provocas.- murmuró Lauren.

-No, yo no provoco, yo también actúo.- metió sus manos debajo de la camiseta de la mujer, pasando sus manos por la espalda.

Lauren la miro a los ojos, para sentir su cuerpo despertar en ansia con solo una caricia de la mujer.

¿Tan necesitadas estaban?

Al parecer si, había sido bastante el tiempo donde la seducción y el deseo se había apagado entre ellas por todo lo que había sucedido en su vida, llegando incluso a que sus horas sexuales fueran algo monótonas entre ellas, Camila lo sabía y Lauren también, ambas se necesitaban al máximo.

-Pero tú...- Camila se acercó a su oído. -Te crees superior y eso no me gusta.- le dejó una suave mordida en su cuello.

-Te encanta que te dominen.- le señala.

Las manos de su esposa se deslizaron hasta su trasero apretándolo con fuerza, Lauren apretó los ojos por un momento, olvidándose de todo lo que había pasado ese día, y solo podía pensar en todas las cosas que deseaba hacerle a Camila.

¿Mejor antídoto para detener el pensamiento obsesivo? Estar con la morena, en su cama sintiendo su cuerpo agotado de tanto que lo hacían.

-No siempre es así.- Camila beso su mandíbula, dejando besos en su rostro.

Lauren soltó un suspiro, tomando a Camila para buscar más cercanía pero la morena negó con la cabeza y una sonrisa traviesa en su rostro.

-Para que no vuelvas a decir que solo provocó, sino que también te dejó con ganas.- anunció triunfante separándose de su esposa.

Lauren alzó una ceja, viendo cómo la mujer se giraba reflejando su trasero, caminar hacia el vestidor otra vez, pero reaccionó rápido, escuchando la risa burlesca de Camila, camino donde ella tomándola de la cintura desde atrás, para apagarla a su cuerpo.

-No juegues así Cabello sino quieres perder.- le dijo Lauren, besando su nuca.

Fue el momento de Camila de delirar.