Capitulo 9

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(Ahora si el 9, me confundí de número)

Omnisciente.

Llegó a su casa, sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos, le dio un par de golpes al manubrio, sintiendo su mano doler, era tanto él desazón que la acumulaba en esos momentos que no era capaz de ni siquiera tomar la fuerza para haberle gritado a Camila todo lo que quería decirle, no fue capaz, no cuando la ansiedad, la desesperación habían sido protagonista en esos momentos.

La realidad le caía como agua fría sobre su rostro, sabiendo que su matrimonio venía mal desde hace un largo tiempo, sabía que las cosas no estaban bien entre ellas pero nunca quiso rendirse, ni dejar de luchar por lo que tenían porque amaba a su esposa, a su familia y en especial a sus hijos, no podía tirar todo por un mal momento.

Pero se dio cuenta que por más que intentara luchar contra la corriente, solo era ella quien estaba remando en ese barco, o tirando el carro que subía un cerro, solo era ella, porque Camila nunca estuvo a la par intentando sacar esto adelante... ahora lo entendía, entendía la distancia, el rechazo, la lejanía, las discusiones y cómo actuaba con ella constantemente.

Si antes estaban mal, con esto Camila se había alejado completamente de ella, entendía que era porque había encontrado en alguien más lo que con ella no tenía, no era suficiente para su esposa y habían tantas cosas pasando por su mente, pero sobre todo las preguntas que siempre se hacía tenían respuestas y sentido en esos momentos.

Entro a la casa, estaba vacía porque le había mandado un mensaje a Vick para que dejara el lugar tomándose el día o mejor dicho la tarde libre. Tiro las llaves lejos, soltando un grito desde su estomago, sintiendo su garganta arder, esperando aliviar su ansiedad, pero solo consiguió que el llanto retenido saliera sin previo aviso, logrando que se apoyara contra una de las paredes sintiéndose la persona más estúpida del mundo.

Pero sus hijos... su familia, era lo que más pensaba, más cuando las imágenes de ellas con ellos, o de ellos estaban en las paredes del lugar.

Una vez ella casi destruyo todo eso, cuando el vicio fue más grande que ella, cuando pasaba horas jugando incluso estando en la oficina de su casa o en el trabajo, pero jamás dejó de estar con sus hijos. Sabía que había abandonado a Camila cuando le mentía diciéndole que estaría trabajando cuando solo estaba jugando en la oficina virtualmente o se iba al casino durante la jornada laboral. Supo que eso le generaba más satisfacción que cualquier otra cosa, y se metió dentro sin poder salir, porque no se daba cuenta del daño que se estaba haciendo, hasta que lo vio y le dijo a Camila, a sus padres pidiendo ayuda.

No quería perder a su familia, nunca quiso hacerlo, y por eso cada día se culpó por todo lo que había sucedido. Como dijo Camila tuvo la suerte de tener a su papá, y sobre todo tener la capacidad de ser genial en sus trabajo como abogada pudiendo recuperarse económicamente de manera rápida pero Camila tomando el mando del dinero que recibía hasta que recibió el alta del psiquiatra.

Pero todo eso, fue perjudicial, y por más que intento nada funcionó para salvar su matrimonio, para que Camila la volviera a mirar con esos ojos de amor y fuera la misma que antes.

Como lo iba a hacer, cuando tenía con Joe todo lo que ella no podía darle.

¿Como se competía contra un amante? No había manera, aún más cuando era del otro sexo, era una batalla perdida, era una guerra que no podía dar, no cuando sabía que ese hombre había sido el primer amor de Camila, pero al mismo él primer desamor de la morena.

Más rabia le daba al darse cuenta que Camila le había perdonado todo a Joe, el que el hombre la engañara un montón de veces, que jugara con ella en el pasado y sobre todo que terminara con ella sin ninguna explicación más que para las dos semana salir de pareja con otra chica. Joe siempre fue un patan y le dio la oportunidad de volver con ella sin importarle ni un segundo su familia.

En la cornisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora