Giyuu Tomioka estaba contenta con su vida atendiendo la floristería de su incapacitada tía, hasta que accidentalmente es arrastrada al mar y al mundo de las sirenas, quedando ella y otro chico atrapados en una maldición que solo permitirá que uno so...
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Shinobu tenía el corazón roto.
Pero lo más importante, ¿Kyojuro solo era un repuesto...?
—¿Estás seguro de eso? Podrías equivocarte.
—estoy bastante seguro que sí.
—espera... Shinobu fue rechazada de su trabajo de ensueño ayer, ¿Quizás por eso tiene el corazón roto?
—no, no tiene nada que ver. Un corazón roto solo puede ser provocado por alguien que tú amas.
—entonces... un corazón que brilla, ¿siempre es porque está roto?
Tengen guardó silencio unos segundos. Así se suponía que debía ser, pero no podía olvidar el resplandor bayo que había tenido el corazón de la joven muchacha hace poco cuando hablaban sobre el desinterés.
—las sirenas buscan corazones rotos. Sería poco práctico si se iluminaran por otras razones. De todos modos, no estás entendiendo, sardina. ¿No lo has pensado? Esa mujer es nuestro boleto para liberarnos de la maldición.
Giyuu curvó las cejas y frunció el entrecejo al escuchar esas palabras.
—¿Qué?
—piénsalo. La maldición está instalada en ambos. Si lo pasamos a otra persona, quizás nos liberemos los dos. Sin mencionar que, si la convertimos en sirena, tú puedes tener al muchacho de ensueño todo para ti. Es un ganar-ganar. Solo tengo que llevarla al mar y besarla, problema resuelto, soy un genio —finalizó con aire socarrón.
—¿Qu...? no, no puedes hacer eso.
—¿Por qué? ¿Tú quieres besarla?, supongo que eso funcionaría, y sería sexy así que lo apruebo.
—¡Ninguno de los dos va a besarla!
—¿Qué no es ella la única cosa que se interpone en tu camino a la felicidad? ¿Solo vas a dejar que el chico qaue amas sea utilizado por ella?
—no estaría bien. Ninguno de los dos sabe si eso es verdad o no. No sabemos que clase de cosas ha vivido ella.
El muchacho torció la boca.
—eres demasiado blanda, así es como la maldición funciona; una vida por una vida. Si tu solo vas a sentir lastima por todos vas a ser una miserable sirena para siempre.
—me rehusó —insistió—. Debe haber mucho más de la maldición que no sabemos... ¿Qué tal si hay una manera alternativa?
—haces las cosas demasiado complicadas, arruinas mis planes con toda esa mierda sobre "hacer lo correcto".
—no estoy intentando rechazar tus ideas así como así. Solo es que no sé si quiero ir con un método que carece de compasión.
