𝐊𝐢𝐥𝐥𝐬 𝐏𝐢𝐟𝐭𝐨𝐦.
Después de darle su respectiva cita a Frida para mañana y asegurarme de que su condición vaya mejorando, me voy a la cocina a comer. Todos en la casa están acostados a sí que supongo debe de haber algo de comida por ahí.
Llego a la cocina y veo a Mía, la cual la verdad me ha ayudado demasiado con el tema de las terapias para Frida. Ella ha avanzado un poco tanto físicamente como mentalmente.
Hola, linda -la saludó y ella da un pequeño brinco al no haberme notado antes. Se da la vuelta y noto que solo tiene puesto una bata para dormir de un tono gris parecido a la mía.
Dios Kills porque no haces aunque sea un mínimo ruido, siempre me pasas asustando. Pone una mano en el mueble de la cocina y rio leve mirándola. La verdad siempre me ha parecido una mujer muy linda y tiene sus cosas, pero bueno. Vuelvo a la realidad cuando escucho que vuelve a hablar. ¿Qué haces a estas horas acá? Pregunta y me acerco a ella un poco, provocando que eleve un poco su rostro. Vine a comer algo, a la hora de la comida estaba muy ocupado, por lo tanto, no pude comer.
Ella asiente y me mira de arriba abajo de una manera un tanto diferente, lo que hace que frunza un poco mi entrecejo.
Bonito traje, resalta tus virtudes -sonrió en mis adentros y a ella le muestro una pequeña sonrisa.
Si crees que el traje es lo que resalta mi cuerpo, está equivocada, preciosa. Yo soy el que le da el toque al traje, no al contrario. Ella ríe y abre su boca para hablar, pero se queda callada unos segundos hasta que decide hablar.
Pues no lo sé, nunca he visto tu cuerpo, usa el típico tono de falsedad, pero lo dice tierna, lo que hace que ría y ella se queda mirándome.
Podría enseñarte un poco de todo lo que muchas quisieran, pero ya sabes que después te volverías una demente obsesionada y no me gustaría alejarte. Sé perfectamente en lo que se basa esta conversación y es puro coqueteo, el cual nunca ha llegado a algo más en otras ocasiones parecidas a esta.
¿Es eso acaso Kills? Pero yo diría que aquí el que se volvería loco sería otro con tan solo probar un poco de mí. Sonríe de manera coqueta, mirándome fijo a los ojos, baja un poco su bata, dejando al descubierto un poco más sus pechos y cruza sus brazos, haciendo que estos se levanten un poco.
No me provoques, Mía, después no podrás parar el propio desastre que tú provocaste. Muevo un poco inquieto mis manos en mis bolsillos. Porque debería de parar el desastre que anhelo tanto que suceda y esa respuesta fue suficiente para olvidar que estaba en la cocina, en la casa de mis jefes, los cuales deben de estar en sus habitaciones y yo acá a punto de que me explote el pantalón.
Tomo la pequeña cintura de Mía para así poder cargarla y besarla. Ella enrolla sus piernas en mi abdomen, la siento en la mesa sin dejar de besarla, siento cómo su mano viaja desde mi pecho hasta mi cabello tomando este y jalando suave de él.
Ella se separa un poco mirándome y bajando totalmente la bata, dejando ver al descubierto sus pechos. No son grandes ni pequeños en sí, pero son perfectos para mí.
He deseado tanto este momento, Kills, la escucho decir, toma mi corbata jalando de esta para volver a besarnos, es un beso necesitado y desenfrenado, jugamos con nuestras lenguas de una manera increíble.
Me vuelvo a separar para esta vez bajar a sus pechos y empezar a dejar mordidas suaves en estos. Los tomo apretando ambos y meto uno a mi boca, saboreando de este a mi gusto.
Escucho cómo Mía suelta jadeos, gemidos y pequeñas maldiciones al sentir las mordidas que le doy al pezón de cada uno de sus pechos. Después de un pequeño juego con sus pechos, me quito la camisa dejando solo la corbata. Sé que le encanta ver que use corbatas.
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NA DEAMHAIN
RandomYo solo quería que me ayudarán y no estar sola en el proceso, pero no fue así después vuelven, pero por su bien, mi bien o el de todos. Bueno porque no descubrirlo que podría salir mal.