Capítulo Veintiuno. 🩸

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Este capítulo contiene situaciones delicadas, violencia física y verbal.
Todo lo escrito es ficción.


Conrado Cacciatore.
Hable con mis hermanos tomamos la decisión de acabar hoy con la vida de Ángelo Donson, todos los días lo hemos visitado, su cuerpo y rostro ya no son el mismo, ni siquiera podrían reconocerlo, le faltan varios dedos de sus manos y pies, Raynard le corto una pierna, todavía tiene la otra, pero está destrozada por completo, el médico dijo que era como si no la tuviera, solo tiene un ojo, uno de nuestros hombres le saco el ojo con las manos, decidimos dejarle el otro para que nos viera siempre y seamos lo último que vea cuando muera.

Los meses que ha estado con nosotros lo han vuelto loco, pero las últimas semanas han sido las peores, dice cosas incoherentes, habla solo, nombra a Frida como si fuera su esposa y eso nos sigue molestando, pero ya no hay nada que hacer, es un simple loco, ya no tiene vuelta atrás va a morir por tocar a la mujer incorrecta, preferimos matarlo nosotros a que muera solo, el doctor dice que el cuerpo ya no está funcionando bien, sus heridas ya no sanan del todo aunque el doctor lo revise, pierde mucha sangre y morirá, así que por eso lo mataremos hoy. Le dijimos a Frida que saldríamos los cuatro, se sorprendió cuando le dijimos que Mack vendría con nosotros. Él quizá venir cuando le dijimos  a quién veríamos.

Antes de entrar a la celda, veo a Mack.

Todo lo que le hicimos fue porque lo merecía, la daño y le jodió la vida, no hay nada por el cual tengas que sentirte mal Mack, a las malas personas les pasan cosas malas -subo mis hombros despreocupado- huele horrible y se ve peor, si necesitas salir solo hazlo Mack los hombres harán lo que les pidas, él simplemente asiente, abren la celda y las luces se prenden.
 
Mack Andreatos. 
Solo escucho la voz de alguien, no se entiende lo que dice, son balbuceos, me acerco a una celda, los hermanos entraron hace unos minutos, el olor cada vez es más fuerte, hay dos mesas grandes, una tiene cuchillos, martillos, llaves grandes, todo está lleno de sangre supongo, el suelo tiene gotas de sangre también, suelto un suspiro, él se lo buscó, rompió a mi pequeña Frida, la violo, la golpeo, no hay perdón para esto, tiene que morir.

Me quedo helado al verlo, no tengo palabras, simplemente es un hombre muerto en vida, ¿cómo carajos sigue vivo? Le falta una pierna, hay... Dedos en el suelo que son de él, tiene la cara sucia por la sangre y supongo las lágrimas, solo tiene un ojo, donde debería estar el otro, simplemente hay un hueco, no hay nada, está desnudo y... siento ganas de vomitar, no tiene su miembro, es... muy extraño ver esto.

¿Otro de sus perros? Escucho qué pregunta, me está viendo con el único ojo que le queda.

Estás equivocado Ángelo, él es la pareja de Frida, dice Raynard con una sonrisa, él hombre se sobresalta y empieza a gritar que Frida es de él, me rio sin poder aguantarlo, es un maniático, me acerco y le golpeo el rostro con el puño, la ira corre por mi cuerpo, esperaba que al menos estuviera arrepentido.

Ella nunca fue ni será tuya. Maldito, enfermo, das asco —- mi cara lo demuestra—. No deberían de existir esta clase de personas; la poca lástima que sentía por él, cuando entre, se fue por completo, se lo merece.

Me siento en una de las sillas que había en la celda. Las cadenas que tiene alrededor de sus muñecas empiezan a subir, lo que hace que su cuerpo suba también. Empieza a gritar, supongo que tiene algo roto y por eso grita tanto.

Tiene su pierna destrozada, le quebramos el hueso en varias partes, no tiene arreglo y su codo derecho también, ¿ves que se le mueve solo? Es porque lo quebramos también, por eso grita el imbécil -me explica Conrado y asiento mirando a Ángelo, Raynard se acerca a él con un bate lleno de púas, lo golpea repetidas veces hasta que la piel empieza a desprenderse de su cuerpo, hago una pequeña mueca, Cyrano se acerca  cuando Raynard lo deja, le golpea la cara varias veces, estoy casi seguro que lo que acaba de caer al suelo ha sido un diente.

Es mi turno, paren los dos —murmura Conrado, levantándose.

Ángelo está llorando, su cuerpo está guindando literalmente, la pierna que tiene no le ayuda en nada.

¿Mack quieres hacerle algo?—me pregunta Conrado, lo miro.

Yo, no sé qué podría hacerle, Conrado —escuchó la risa de Raynard atrás, volteó a verlo.

Al principio siempre es así, Mack, no sabes qué hacer o no quieres hacerlo, luego las ideas sobran, llega un momento en el que la víctima ya ni siquiera soporta todo lo que quieres hacerle — Ángelo está llorando y suplicando que lo maten.

Mack no es necesario que llegues a matar o tocar a algún prisionero nuestro. Nosotros estamos acostumbrados, pero respetamos que tú no. Si no quieres hacerle algo, quédate sentado. Si no quieres ver cuándo lo matemos, puedes salir, Mack, no te sientas presionado, es difícil empezar en esto.

Asiento mirándolo y me levanto, no usaré ninguna de las cosas que tienen en la mesa, me acerco a él y lo veo, tiene el ojo cerrado, pero cuando quedo al frente de él, lo abre y empieza a llorar de nuevo.

¡No, por favor, no más, mátenme! —¡Mátenme! Se los suplico —no lo dejo terminar y le golpeo la cara, su cabeza queda hacia el otro lado, uno de los hombres lo toma por el pelo haciendo que me vea de nuevo, lo golpeo dos o tres veces más, tengo su sangre en mis manos, me separo limpiando mis manos y miro a Conrado. 

Ya terminen esto, tenemos dos horas acá, se nos fue el tiempo -rio levemente mirándolo, los hermanos asienten, los hermanos quedan a mi lado, un hombre viene con una barra de hierro, al final tiene una punta, está caliente tanto que se ve roja, el hombre se pone atrás de Ángelo y empieza a clavar la barra de hierro en la espalda, huele a carne quemada, es asqueroso, deja de gritar tan alto y solo llora, el hombre se separa, Conrado saca su arma y le dispara cinco veces, todos directamente a la cabeza.

Ya está muerto, hermanos, vengamos a nuestra morena.

Quiero que limpien todo muy bien y quemen su cuerpo. Háganle saber a todo el mundo lo que les pasará si intentan tocar otra vez a nuestra mujer o a nuestros hijos; ya tienen un gran ejemplo.

Veo por última vez su cuerpo, salgo con los hermanos, nos subimos al carro. Iremos a bañarnos primero, Mack, tenemos habitaciones lejos de la casa. Pedí que llevaran más ropa para nosotros, luego ya iremos a la casa. Es tarde, los niños ya deben de estar dormidos, pero estoy seguro de que Frida sigue despierta esperando que lleguemos.

Hora actual:1.22a.m.
 
Entramos a la casa, los cuatro, todo está apagado, así que supongo que Frida está en la habitación. Pasamos por comida y compramos hamburguesas y papas, caminamos a la cocina.

Eres un idiota, digo riéndome viendo a Raynard. De un pronto a otro sale Frida de una parte de la cocina, logrando que todos nos asustemos. Conrado ya iba a sacar su arma.

Joder, Frida, casi nos matas de un susto, dice Cyrano, pero Frida lleva sus manos a su cadera, nos mira, sería, está enojada.

¿No tienen teléfonos ahora? ¿No saben escribir tal vez? ¿¡O simplemente les gusta desaparecerse más de tres horas!

Frida, mi amor — murmuró acercándome a ella y la abrazó, aunque al principio no quiere.

Morena desaparecimos así porque decidimos que ya era hora de que Ángelo muriera, estuvimos mal en no avisarte nada, perdonanos, Conrado se acerca a ella y la abraza también, sus ojos se cristalizan, sabíamos que le afectaría y no por ese bastardo, simplemente es esa sensación extraña de saber que esa persona que tanto te hizo daño ya no regresara nunca más y podrás dejar todo atrás.

Lo estamos logrando, amor mío, en un tiempo seremos una familia muy bonita.

Le dice Raynard, ella asiente abrazándonos a todos, o lo que puede, todos somos más grandes que ella.



17/10/24.
4:50p.m

NA DEAMHAINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora