|9|👑|Profecía del Omega

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Aunque la temperatura sobre Adwan no era
tan alta esa mañana, siendo constantemente aliviada por la brisa fresca que traía el cauce del río que rodeaba la capital; dentro de los aposentos de Su Majestad el calor era sofocante.

Park Jimin se dio cuenta de ello en cuanto Jeon Jungkook apareció en su campo de visión, emergiendo de las sombras de la habitación como una figura intimidante y extrañamente arrebatadora.

En medio de los esbeltos músculos que se combinaban con la alta anatomía del joven monarca, hasta el pelo negro enmarañado que parecía haber caído entre las almohadas de la cama, y los labios seductoramente atrayentes; lo que más llamó la atención de Park en Jeon fueron esos ojos rojos llameantes, que brillaban como botones luminiscentes.

En ese instante, inmerso en una confusión de pensamientos y sensaciones, el chico pensó en lo increíble y aterrador que era todo al mismo tiempo. En el mundo real nadie podría tener ojos brillantes, ni siquiera transformarse en lobos gigantes. Pero allí, dentro del libro de su hermana pequeña, todas las experiencias que había vivido llevaban consigo un toque de magia.

Incluso en la mirada de Jeon Jungkook se podía encontrar ese surrealismo....

—Tú... —la voz susurrante del rey también parecía sobrenatural. Casi entorpece los sentidos de Jimin. —¿Por qué tú? —Jeon se estremeció.

Parecía frustrado, angustiado.

Park Jimin frunció el ceño, confundido

—¿Ah?

—¿Por qué veniste aquí? No deberías... Tú, entre todas las personas, no deberías... —Jungkook tomó aire para recuperar el aliento, como si estuviera usando buena parte de sus fuerzas en algo.

Luego se distanció dando dos pasos atrás, volviendo a las sombras de la oscura habitación.

Park Jimin no podía entender esta actitud, el chico se sentía perdido y algo abandonado. Era la primera vez que Jeon lo trataba con tanta ignorancia, como si no fuera bienvenido.

¿Qué le había pasado al corazón del rey en una sola noche? El chico no tenía respuesta a esa pregunta. Pensó que sería recibido por el otro con al menos una pequeña sonrisa, o quizás una conversación sobre sus extraños cuernos.

—Jeon Jungkook... —murmuró el chico, vacilante, pero aún sintiendo chispas calentando las venas de su cuerpo. —Siento la intromisión, no sabía que esta era tu habitación. ¿Pero por qué me hablas así? Como... "De entre todas las personas", ¿por qué yo iba a ser la peor opción?

Un momento de silencio.

—Me exedí con mis palabras. Lo siento. —la voz de Jungkook se perdió en la oscuridad. Después no añadió nada más. Parecía evitar prolongar la conversación.

Al notar esto, Jimin apretó los labios e inclinó la cabeza, molesto.

¿Por qué Jeon no le decía cuál era el problema? ¿Por qué ponerse tan raro de repente? Si no lo quería allí, tenía que haber una razón...

"De entre todas las personas", esa frase aún rondaba en su cabeza mientras se daba la vuelta y empezaba a caminar hacia la salida de los aposentos reales. El ruido de los pájaros ya se había desvanecido, por lo que el pasillo del exterior estaba probablemente despejado y seguro.

Sin embargo, tan pronto como tocó el pomo de la puerta, Jimin detuvo su paso. Movido por un ímpetu irracional, dijo:

—Ya que prefieres a cualquier otra persona en tu habitación, llamaré a Choi Ren. Debe estar ansioso por verte.

No era propio de él actuar con sarcasmo e ironía en este tipo de situaciones. Jimin pensó que era demasiado adulto para comportarse como un adolescente celoso. ¿Pero qué podía hacer? La sensación que pesaba en su pecho era más fuerte.

Omega De Plata (Kookmin) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora