Omega De Plata (Kookmin) [Omegaverse]

34|👑|Historia sin fin

Los dos permanecieron un rato más en la playa, sentados uno al lado del otro en la arena y mirando hacia el tranquilo océano.

Las noticias de la toma de Hayang llegó a través de las voces de los pájaros y fueron captadas por Jimin. Después, se desarrolló una breve conversación entre ambos sobre el final que había recibido el mago zorro tras asaltar el campamento de los niños. El omega se limitó a decirles que Seokjin había muerto y que nunca volvería a aparecer en ese lugar.

Cuando llegaron a la conclusión de que todo había terminado, volvieron a contemplar el horizonte en silencio, respirando profundamente la brisa fresca que proporcionaba el final de la tormenta. De toda la tormenta.

Jimin escuchó un pesado suspiro exhalado por Jungkook y lo miró. Analizó los ojos oscuros de su marido, tan oscuros que reflejaban perfectamente el púrpura del sol poniente, casi pasó desapercibido el velo de tristeza que había en ellos.

Él sabía que, dentro de su mente, no sólo había una profusión de sentimientos melancólicos, sino también dudas sobre si había tomado la decisión correcta respecto al destino de su hermano. No es que Jungkook realmente quisiera ser más estricto, pero era sólo que había ese pesado e interminable equipaje de sangre Jeon derramada latiendo en su espalda, exigiendo justicia y una actitud verdaderamente flial de su parte.

Con eso en mente, Jimin apoyó el lado de su cabeza en el hombro de su esposo y murmuró:

—No te has olvidado de ellos.

—¿Hm? —los ojos del alfa se volvieron en su dirección.

—Cuando decidiste dejar vivo a tu hermano, no fue porque te olvidaras del resto de tu familia. No pienses así.

Jungkook parpadeó, entendiendo lo que Jimin quería decir con eso. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, pero Jimin notó que no había alegría en el gesto.

—En serio... —insistió el omega, dándole un suave codazo. —No eres una persona cruel. Eres amable, cariñoso y comprensivo. Eres una persona justa.

Otro suspiro salió de la boca del alfa.

—Me tomas por justo, pero no estoy seguro de haberle hecho justicia a la gente de Rangkee y a todos los demás.

Jimin llenó sus mejillas de aire y contrajo el ceño mientras medía sus siguientes palabras.

—Lo que creo es que... los villanos de nuestras historias no siempre tienen que recibir el peor destino posible para llegar a pagar por lo que han hecho, o para salir del lado oscuro de la fuerza, ¿sabes?

—¿El lado oscuro de la fuerza?

—Si. Una cosa del yin-yang. El lado de las luces y el lado de las sombras. Todos tenemos un poco de ambos, pero a veces nos corrompe el lado oscuro y bla bla bla...

Jungkook negó con la cabeza y, poco a poco, su sonrisa fue creciendo hasta convertirse en una sonora carcajada que le echó la cabeza hacia atrás.

—Tus palabras de consuelo son tan incomprensibles y absurdamente cómicas.

—¡Hey, estoy tratando de ser serio aquí, ah! —Jimin dio una palmada en la frente del alfa. Con eso, controló su risa y recostó su cuerpo sobre él.

Los dos volvieron a mirar el sol en el horizonte, que ya se desvanecía tras el océano azul. Con una mano acariciando el cabello negro de su alfa, el omega siguió hablando:

—Lo que quería decir antes es que el "ojo por ojo" no siempre va a resolver la situación y dejarnos realmente en paz. Este lugar... Adaman... —levantó la cabeza y cerró los ojos. Sus labios carnosos se curvaron en una sonrisa. —Este mundo debe ser resucitado con cosas buenas.