Ciudadela Gwang. Sur de Adaman
Para Jeon Jungkook, la peor parte de luchar con Kim Namjoon se basaba en el hecho de que el general y él se conocían y entrenaban juntos desde la adolescencia. Por ello, ambos estaban bastante acostumbrados a los movimientos corporales del otro, a los vicios durante los golpes y a las debilidades que cada uno portaba.
Así, durante años el único detalle que siempre decidía la victoria de las batallas amistosas entre ambos era el hecho de que uno tenía más fuerza y resistencia que el otro, porque era un completo alfa.
Sin embargo, allí, en aquella caótica situación que se desarrollaba frente a las murallas y fortalezas de Gwang, tanto Kim Namjoon como Jeon Jungkook eran alfas puros y maduros.
Por lo tanto, estaban empatados en ese aspecto.
Sus respectivas habilidades hacían girar las espadas en el aire con la velocidad de un tifón, reflejando en las hojas de acero los rayos del sol de la mañana; y sus respectivas fuerzas, cuando chocaban por el filo de sus afiladas armas, tintineaban como la rotura de innumerables navajas.
Cuando Jungkook desviaba una embestida mortal, se movía rápidamente para ofrecer el contraataque, y poco después Namjoon imitaba su ritmo.
—¡Recupera tus sentidos, General! —reclamó el rey, colérico, tras evitar otro golpe. Pero a estas alturas sabía que gritar no serviría de mucho.
Kim Namjoon no estaba en su sano juicio. El alfa estaba luchando bien, como siempre, y utilizando todos sus conocimientos en esa batalla. Aparte de eso, sus ojos y expresiones seguían siendo inexpresivos, y sus actitudes iban en contra de todo lo que realmente era.
Debido a estas circunstancias, el joven rey pudo ver una tragedia inminente. Había agotado una buena parte de sus fuerzas durante la ruptura del asedio, y sabía que poco a poco Kim Namjoon podría reducir el resto.
Pronto estaría jadeando y alucinando por el cansancio. Era la soga del lazo que se apretaba alrededor de su cuello.
No puedo seguir así, Jungkook gruñó en sus
pensamientos.Sus ojos rojos se desplazaron momentáneamente para comprobar de nuevo su entorno. Ya había visto la escena sangrienta dentro de la fortaleza, pero ahora quería ver algo más allá de los asesinatos y los enfrentamientos sin sentido.
El extraño zorro seguía deambulando como un bello e inquietante espectro, frotando su pequeña cola por las patas de los cadáveres que yacían en el suelo.
Un segundo antes de darse la vuelta para escapar de otra peligrosa embestida de Kim Namjoon, Jungkook vio a la pequeña criatura mirándole fijamente, enfocando sus ojos dorados en él.
Por un instante, el alfa sintió una caricia en sus oídos junto con un susurro melódico extrañamente seductor. Era como si algo le llamara, y el chico estuvo a punto de seguir esa línea, si el lobo de su interior no hubiera aullado, rompiendo el encanto.
De vuelta a sus sentidos, Jungkook entendió todo. Miho tenía grandes razones para teorizar sobre las personas que había encontrado en la torre, los supuestos desertores del reino. Y también tenía más que razón al sospechar del maldito zorro que había visto.
Todos aquellos guerreros que levantaban sus espadas contra sus compañeros estaban enloquecidos por algún tipo de hechizo místico.
Mirando ahora más de cerca, los ojos escarlata del rey pudieron percibir una niebla anaranjada y translúcida que atravesaba la atmósfera y que emanaba del pequeño animal dorado que no dejaba de mirarle.
Era como si el zorro estuviera luchando contra algo para alcanzar a Jungkook.
Con eso en mente, se preguntó por qué parecía ser el único lúcido en ese lugar.
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Omega De Plata (Kookmin) [Omegaverse]
FanficTRADUCCIÓN AUTORIZADA POR LA AUTORA ORIGINAL @K_M_R_Leda •Como un verdadero nerd, fan de los cómics y videojuegos, Park Jimin no sabe qué hacer con su hermana fujoshi. La chica, fascinada por las novelas gay, sueña con unirlo a él con algún chico ta...