Capítulo 21.

128 18 4
                                    

CHRISTIANO.

Cruces.

Estaciono el coche frente a la pequeña casa y me volteo para mirarla pero ni siquiera me mira.

-Ese ceño fruncido no va a devolverte a ese autobús para huir de mi -la molesto porque realmente tengo el cargador lleno con tan solo verla.

Aun se me hace anormal mirarla, verla viva y a mi lado para ser honestos. Me fascina tenerla a mi lado, no necesariamente como me gustaría pero su mera presencia relaja todo mal y ansiedad que despierta mi cuerpo.

La veo mirar hacia los arboles como si se sintiera perseguida y poso mi mano en su muslo por inercia, ganandome incomodidad pura.

-No hay nadie alla afuera, es una nueva propiedad que compre, es pequeña para pasar desapercibida.

-Esta muy bonita.

-Si -la miro- Esta muy hermosa...

Bajo del coche y la ayudo a bajar ya que esposada se le complican muchas cosas de las cuales me aprovecho para sentirla cerca.

La tomo del brazo y la ayudo a caminar entre las rocas que dibujan el camino de la entrada.

Abro la puerta, ella está anonadada con la belleza rústica de la cabaña
y yo lo estoy con la belleza que tiene ella.

-¿Te gusta? -me mira y asiente- Gustos rústicos de mi madre.

Puedo verle los ojos de culpa cuando aparta la vista para mirar hacia otro lado y no quiero más distancia entre los dos, no ahora que la tengo conmigo.

-Katherine -la tomo del brazo y la vuelvo a mi pecho.

Su cercanía me desborda al abismo, el aroma de su piel, sentirla pegada a mi me destruye todo tipo de barrera ya que ella es la única que puede destruirme y volverme a reconstruir.

-No hagas esto...

-¿Por qué? -me mira- Necesito una explicación lógica a todo esto, ¿Por qué estas aquí? ¿Qué haces aquí?

No puedo hacerle caso a la razón, no puedo anestesiar mi corazón contra lo que desborda verla a los ojos.

-¿Para esto me trajiste aquí? ¿Me atrapaste para cuestionarme?

-No, te atrapé para que me digas por qué putas no me besas, por que carajos no estas tan alegre como yo por verte o por qué mierda no me abrazas ni llevas el anillo de bodas -suelto- Te traje aquí porque si no me das una respuesta las voy a buscar por mi mismo.

-Ya te expliqué como fueron las..

-¡¿Y que mierda hacías en Maldivas joder?! -trueno- ¡¿Que carajos estabas haciendo en una maldita playa tu sola?! ¡¿Estabas con el idiota que te salvó?! ¡¿Cuánto le tengo que pagar para que se vaya a la otra punta del mundo?!

-¡No me alces la voz! -me empuja y la tomo del cuello.

No puede refutar, tiene las manos esposadas y me da via libre para lo que yo quiera.

-Dame una puta respuesta, ya mismo Katherine.

-Vete al demonio.

-Al demonio lo tengo en frente y se le caen las mentiras por la frente -suelto y la llevo hacia atrás sentandola en una silla.

-Vaya que sorpresa -bufa cuando con mi abrigo ato su cuerpo al respaldo- Oh Dios ayuda, he sido raptada.

Le doy la espalda ocultando la sonrisa que me provoca su sarcasmo.

-Muy lista, ¿No? Habla. ¿Viniste sola?

Camino hasta el estante de vinos, tomando mi favorito y sirviendo en una copa el tinte borgoña.

Tú Decides. [#3] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora