KATHERINE.
Maldivas de a 3.
Intento respirar hondo, estoy muy nerviosa por este viaje y más porque hace meses no me ven.
Veo una última vez a Isaías quien descansa en la camilla, aún irreconocible por los golpes que le dieron. Permanece estable, satura bien y tiene presión normal, sin embargo le ordeno a Feliciana que lo cuide.
Marina duerme en los brazos de Rosetta quien está sentada en la butaca de la izquierda teniendo a Antonio en frente y yo a Christiano quien ni siquiera me mira y yo tampoco.
Es incómodo el ambiente ya que insistí en venir sola, con respaldo pero sola, sin embargo, Don controlador subió al jet sin decir ni buenos días excepto a su hija.
-Yo.. -hablo y sus ojos viajan a mi en segundos- No es necesario que bajes, puedes quedarte aquí, solo serán unas horas...
Carraspeo cuando me escanea las piernas y se centra en mi abdomen para luego mirar mis ojos.
Se rasca la barbilla y suelta un suspiro.
-De acuerdo.
Asiento a penas y me pongo de pie encerrandome en el tocador soltando el aire atorado en mi garganta.
Joder Dios, ¿Por qué me pone tan así?
La turbulencia no se siente pero si despierta a mi hija quien se sienta en las piernas de su padre mirando por la ventanilla.
Sam ni siquiera se a volteado a verme, madrugó primero que todos y subió al Jet a la espera de que los demás subieran.
Entiendo su ignorancia, claramente no esperaba abrazos después de decirle la realidad de las cosas.
Y pensar que me guardé la parte que involucra al Boss y a Rusia.
Las puertas se abren y bajo con Marina de la mano, Rosetta con Sam, Antonio, tres escoltas más y...
-Dijiste que...
-Dije que está bien, no que me quedaría sentado por horas esperando tu caminata por la pobreza -suelta y se coloca los lentes de sol, tomando a Marina en brazos.
-Me acalora ese hombre -dice Rosetta abanicandose la cara- Y parece que no soy la única.
Suelta a reír y la golpeo con el abanico en la espalda cuando se va corriendo a tomar el brazo de Antonio.
Suspiro y camino hasta quedar a la par de Christiano.
Sam se divide con dos escoltas que obligue a que lo siguieran, no quiero que le pase algo y se que necesita tiempo a solas con su familia por ende, su primera parada es su casa con el señor Thomas y la señora Julia.
Mientras que mi primera parada es al hombre que me arregló la vida estéticamente y que le debo mucho dinero por todas sus prestaciones.
El vestido negro ajustado y corto llama la atención de varias personas, esta más que claro que joyas caras y diamantes de millones no de ven todos los días.
No quería lucir así, la ropa la dejó una matriarca con la excusa de que las prendas son de las tonalidades que usará el Don.
Me vale.
Christiano Garibaldi hace poder de todo eso, incluyendo mi vestimenta y mi porte, es como tener un guardaespaldas de 1,90 siguiendo mis pasos.
Visualizo la estética y a las personas que miran por la ventana cuando me ven escoltada y vestida para partir el suelo.
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Tú Decides. [#3]
RandomDe las cenizas renace el fuego que levanta al Fénix. Criatura que se conoce como el perdedor, pero que muy en el fondo será el ganador. Arrasó con todos en el pasado, dejando ruinas irreparables en sus imperios. Esta vez no quedarán ruinas, sino cen...