Capítulo 22.

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SAM SHADES.

Loco.

El tal Antonio me recoge en la puerta de la casa, la señora Petrov nos invitó a una última cena ya que si dios quiere mañana mismo nos largamos de aquí.

Katherine hace estragos en mi cabeza, no quiero ser loco pero ella me lleva a hacer estas cosas.

Anoto el número en un papel, lo guardo en mi bolsillo y abordo el coche.

-¿Es posible rastrear un número? -indago y me mira por el retrovisor.

-Claramente, es posible.

-¿Y sabes cómo?

-Yo no, pero conozco a gente que si -dice y se me ilumina la cara- Dame el número y te lo daré al finalizar la cena.

Se lo entrego, es una muy buena persona el señor Antonio, me ha ayudado en muchas cosas desde que llegué y no porque le caiga bien yo, sino porque tiene mucha amistad con Marina.

Marina ha comprado a toda la familia entera con tan solo semanas. Ha ganado el corazón de cada integrante de la familia empresarial.

Sobre todo al señor de la casa, quien le encanta pasar tiempo con mi hija y por ende, esta con Antonio.

Hablamos de su recuperación, fue golpeado según me dijeron y lo hirieron tanto al punto que tuvo que lo internaron.

Estaciona en la puerta de la casa, se voltea y me entrega una corbata.

-Infaltable en esta casa -dice y le agradezco.

Bajo y camino hasta las puertas donde es la señora Petrov quien las abre y me saluda tan amable como siempre.

Hay una inmensa mesa larga en toda la sala, al parecer somos muchos y...

-¿Que quieres decir con eso? -le habla un hombre mayor a la señora Petrov- Me estas mintiendo Alexa, espero por tu bien que me digas la verdad.

-No me metas en problemas, me ordenaron no decir nada -dice y el hombre me mira, captando la atencion de la rubia quien voltea a mirarme.

La pierdo de vista cuando el perfume dulce aparece derepente y los brazos de Kristen me envuelven el cuello.

-Pollito -dice y la abrazo- Que lindo es verte.

-Kris -sonrio- Estas esplendida.

-La pareja del señor de la casa siempre debe estar bien vestida -dice- Dime, ¿Como has estado? 

-¡Ojitos de uva! -la llamo cuando la veo y camina hasta a mi. 

Tiene un vestido blanco con perlas, el cabello trenzado en dos y un aroma esquixito.

No la veo feliz, esta triste, como si necesitara de algo y se lo que necesita.

La tomo en brazos y se niega a saludar a Kristen poniedome en verguenza hasta que la cena comienza y cada quien toma asiento en su silla correspondiente. Para mi sorpresa Marina no esa colocada a mi lado, esta al lado de la silla principal que decora el nombre de ''Christiano Garibaldi'' 

Los platillos comienzan a llegar y me siento en el cielo admirando este banquete celestial. 

-¿Christiano no viene? -indaga una mujer mayor, que por intuicion debe ser su madre o su hermana.

-Tenia deberes... Importantes que atender hermana -habla la otra hermana.

-Un deber muy importante, hay que decir -dice un hombre de ojos muy azules.

-Callate Aurelio.

-Isabella, hay que ser honestos y dejar las mentiras de lado. Todos viajamos de nuestras casas para ayudar a atraparla y...

Tú Decides. [#3] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora