No volveré (Itanaru)

Capítulo 17

Usando los clones comenzaron a construir su propia casa, Itachi junto con el grupo trabajaban arduamente a diario, querían completar su propio hogar, ambos decidieron que una casa con tres cuartos sería adecuado para ellos, por semanas se dedicaron exclusivamente a terminarla, en poco tiempo el Uzumaki daría a luz, querían tener todo listo. La pareja iba al pueblo cada quince días, conseguían muebles y decorativos para el lugar, además de cosas para sus bebés.

Pasaron rápidamente los meses, el pequeño no había hecho una gran panza a pesar de ser gemelos, ambos caminaban al pueblo para su esperada cesárea, todo era perfecto, llegaron al lugar. Itachi se introdujo junto a su pareja en el quirófano, cuando iban a sacarlo activó su sharingan, les hizo creer que el pequeño era una chica llamada Narumi y él su esposo Idachi, quien podía estar en el momento del nacimiento de sus hijos, no lo dejaría por ningún motivo, tenían que estar preparados para cualquier eventualidad.

Naruto colocó una barrera de fuerza y otra de chakra, colocó un sello sobre el sello de ocho trigramas suprimiendo el chakra del zorro para que no diera problemas a la hora del parto. La operación comenzó, anestesiaron al pequeño, comenzaron a cortar su vientre con un bisturí.

Itachi apretaba la mano de su pareja con cariño, podía ver claramente todo lo que sucedía. El doctor sacó a ambos bebés rápidamente comenzando a cerrar la herida con genjutsu médico. Al finalizar el parto Itachi quitó el sello de supresión sobre el sello de ocho trigramas. Un chakra rojo rodeó su estómago, con un genjutsu los hizo creer que no pasaba nada, de inmediato el pequeño despertó, el doctor y las enfermeras se sorprendieron, pero Itachi no les dio espacio, usando nuevamente su sharingan les hizo creer que todo era normal y podía irse en cualquier momento.

Ambos sonrieron con victoria -¿te sientes bien cariño?- el pequeño confirmó con una gran sonrisa - si Itachi, me siento bien, vayámonos de aquí, no me siento seguro con los niños fuera de la casa - el mayor besó sus labios, les entregaron a un par de pequeños. Un azabache con ojeras igual a Itachi y una rubia con piel pálida como la de su padre, ninguno nació con sus marquitas, ambos sonrieron felices, los besaron con amor- Narumi-chan, Itami-kun los amamos mis bebés preciosos - el rubio abrazaba protectoramente con cariño a sus niños - vámonos cariño, es hora - envolvieron a los pequeños en mantas calientitas, eliminaron las barreras, caminaron tranquilamente hacia su hogar tomados de las manos.

La pareja no salía de casa sin su disfraz y el sello de chakra, era esencial para pasar desapercibidos totalmente. Mientras salían del centro médico, al ser una ciudad de paso, muchos shinobis tomaban descanso en ella, era un lugar neutral por lo que se sentían seguros -Kakashi-sensei ¿por qué demonios teníamos que venir tan lejos? ¿Jiraiya-sama no lo puede localizar con los sapos?- la pareja se puso rígida, esa gente era demasiado cercana a ambos - ya te expliqué, el Daimyo falló a favor de Naruto, puede regresar a la aldea, pero no ha podido contactar con él, si raíz o Akatsuki lo encuentran primero, será peligroso para él -

Itachi y Naruto abrieron los ojos con sorpresa, sonrieron un poco más tranquilos. Narumi-chan comenzó a llorar desesperada - shhh shhh pequeña, ahora te doy de comer amor - el pequeño susurró en el oído de la bebé besando su frente con cariño. Itachi tomó su mano, entraron al restaurante, hábilmente jaló de su familia al lugar para esconderse y alimentar a su hija, el rubio preparó un biberón, comenzó a dárselo a la pequeña - está hermosa tu bebé - el rubio abrió sus ojos con sorpresa al ver a Sakura a su lado, tenía que fingir la voz aguda que usaba en el pueblo - gracias -

Itachi besó su mano con amor para calmarlo -¿acaban de nacer?- el mayor confirmó- acabamos de salir del hospital señorita, tienen unos pocos días -Kakashi vio con duda a ambos, nunca olvidaba una cara, trataba de recordar sus rostros, los observaba con cuidado - senpai, ya sirvieron nuestras órdenes - el peliplata volteó los ojos - kinoe, estoy viendo a los bebés, son muy bonitos- Itachi sonrió un poco- se lo agradecemos señor- el Uchiha trataba de ser amigable borrando un poco su rostro estoico, podían descubrirlos- si no fueras mujer, realmente creería que eres mi compañero de equipo-

El pequeño apretó la mano de Itachi quién la sobaba con su dedo para tranquilizarlo- entonces debe ser un chico muy agradable y guapo - el pequeño sonrió un poco divertido ante las palabras de su pareja, los demás rieron por el comentario. Kakashi abrió los ojos con sorpresa, la sonrisa de la rubia, aunque disimulada no podría olvidarla y la voz del mayor, mordió sus labios con cuidado de no demostrarlo, observó a los bebés con detalle, eran igualitos a ambos, ¿pero cómo? ¿Qué diablos sucedía?