Capítulo 9

104 14 2
                                    

La mañana siguiente se volvió algo cansado, en su mente sabía que esto no estaba bien, peor aún el saber que se comprometió sin saberlo, haciéndose pasar por el hermano de Diego, ya no lo sentía humillante, solo que ahora se sentía doloroso, aquella mujer adelantó el matrimonio, y Diego ni notaba lo que pasaba realmente a su alrededor, o quizás si, no lo sabía con exactitud.
Fue a darse un baño, lo necesitaba y bastante, al salir de este se cambio lo mas rapido posible, extrañamente el clima parecía que deseaba cambiar a frío.
Se escuchó que tocaron la puerta de su cuarto, unas de las sirvientas hablo — Joven, el desayuno está listo — Johnny suspiro.
Miro la ventana y dijo — ya voy, gracias por el aviso — con ello se escuchó a la sirvienta irse del lugar, peino su cabello y fue a comedor, donde para su extraña sorpresa, ahí ya estaba Diego y cerca de él su prometida, quienes comían animadamente, lo único que pudo hacer fue sentarse, y agradecer, escuchó a Diego saludarlo, mas no pudo responder dado que la mujer fue más rápida y de manera exitosa logra captar la atención de Diego de nuevo a ella.
El desayuno para Johnny fue silencioso, aunque cualquiera que viera desde otro punto vería a la pareja charlar llenando de vida el comedor, vida que Johnny no sentía, ni podía ver a su alrededor.

Cuando terminaron Johnny se retiró primero, para irse hacia los corrales, quería distraer su mente con otra cosa, algo que no le haga recordar que solo estaba en esa casa porque Diego le invitó a quedarse, ya estaba pensando que quizás era mejor volver hablar con su padre y si quizas lo aceptaba de nuevo, pero ya tenia mas de veinte, no era la mejor opcion, quizas podia conseguir algun trabajo, ahora que podía caminar, quizás le iría mejor, pero la duda de si los seguía buscando rodó por su cabeza, era fácilmente reconocido, que mas podría hacer, su corazón le dictaba que se vaya, si se quedaba más tiempo le iba a doler aun mas.
Tan frágil era el corazón, casi podía verlo como si fuera una pequeña ave hecha del cristal más fino, que al más mínimo movimiento brusco se rompería rápidamente, más cuando tratan de reparar este nunca más se recupera.
Le dolió, no tenía que ser así, pero lo era, la lluvia se estaba anunciando, las gotas se sentían en su rostro, mientras veía a los cuidadores meter a cada caballo para que no se mojaran.
Johnny no lo sentía porque las gotas de lluvia se mezclaban con sus lágrimas, no lo notaba hasta que sus ojos se empezaron a empañar, lo que tenía en su rostro eran lágrimas saladas mezcladas con las dulces gotas de agua.
Ahora no podía dejar de llorar, ya no quería sentirse así, y finalmente entendió lo que era el amor, que dolía, y aún cuando el amor por el cual sentía no debía hacer eco para notarse, se preguntaba si no era obvio o si Diego estaba ciego, quizás ambos.
Dentro de un mes lo vería casarse, y él solo se quedaría mirando en el rincón todo aquello.
Se limpiaba el rostro humedecido con las lágrimas y la lluvia. Lo mejor era entrar, además ya no había caballos los cuales ver, o hacer parecer que estaba mirando caballos.
Apenas se dio la vuelta para ir al pasillo que lo llevaba dentro, pudo ver cómo dos personas corrían, casi como escapando de la lluvia, al verlos que se acercaba mas hacia la mansion, noto que era Diego y su esposa, Brando la adulaba, lo sabía porque este se había sacado su saco para cubrir a su prometida, se veían felices juntos.
Como si de un par de adolescentes enamorados se tratara, que feo era el sentimiento que Johnny estaba sintiendo mientras los veía, tenía dos opciones irse o quedarse, y no sabía cuál tomar.
Si se iba, sabía que nunca más volvería a ver a Diego, y si se quedaba sufriría con estas escenas, pero para qué quedarse, solo para ¿sufrir? o quizás era porque en su mente le decía que peleará por el amor.
¿Pelear por amor? era una frase nueva en su vida, pero ¿como se podria hacer eso?, él no tenía idea, pero sus pensamientos le decían que lo haga, que pelee, que podría lograr vencer, ya había pasado por momentos más malos en su vida, ahora podía pelear para tener aunque sea una pequeña felicidad.
Su mente estaba bastante divagando en ello, no sabía porque, pero ya sabía que debía pelear — Joven — uno de los mayordomos le llamo — Le llegó una carta para usted — le dijo, mientras le pasaba la carta, mientras asentía y el mayordomo salió, para luego llamar a Diego — Señor Brando, le llegó una carta — esto dejó, a Johnny pensando, les llegó una carta en el mismo momento.
Pensó un poco, antes de leer quien lo había escrito, se sorprendió, cuando leyó el nombre completo y no sabia quien era, hasta que leyó el apellido y  recién se dió cuenta, mas no lo abrió porque miro detrás de él, Diego había corrido lo más rápido que pudo, y miró la carta, leyendo el nombre, luego miró a Johnny y se acerco, — ¿tambien te llego? — le pregunto Diego acercándose a él. Johnny asintió — Hace bastante rato que no sé qué pasó con estos dos y su ida a Italia — dijo mientras lo abría y sacaba la hoja — Hotpants tiene una letra extraña, eso te lo aseguro — dijo leyendo mentalmente, luego de unos minutos leyendo dijo — Johnny leiste tu carta — le dijo.
Joestar negó, pero la empezó a abrir, miro y justo cuando estaba por leerlo en voz alta, Diego se aproxima a él y le tapa la boca. Diego le hace señal de que no hable, y lo empieza a arrastrar dentro de la mansión, hasta subir la escalera. Y finalmente Johnny protesta — ¿Que pasa? — le dice.
Mas Diego no responde, y mira detrás y entrar a un cuarto, mas especifico la biblioteca — HP me envió esta carta, dice que la iglesia no está de buenas ganas, que ellos necesitan y exigen el cuerpo de cristo, dicen que le estaban por castigar por no traerlo, pero Gyro llegó justo a tiempo, y terminaron escapando a Egipto, es más dice que esta carta la enviaron momentos antes de subir al barco de ida a Egipto. — Johnny solo le miró confundido. — Lee tu carta Johnny — el nombrado, miro a Diego y luego a la carta.
Suspiro y leyó — Hey, Johnny adivina que, nos persigue la iglesia, y nos robamos algo, que no se que es, Hotpants esta conmigo, ella robó esa cosa, dijo que era peligroso, o algo asi, pero la iglesia aún no sabe que se lo robo. Pero bueno, adivina que, esa cosa que se robo dice HP que es parecido al cuerpo de cristo, estoy asustado e intrigado, ella dice que no sabe como funciona, pero dice que algunos Papas de la iglesia lo utilizaban, así que, vamos a utilizarlo en Egipto, espero que no me mate, de todas formas es divertido este viaje con HP. Ah! y casi me olvido, les sigo sin importar a mis padres, pero ya no me preocupa, lo que me preocupa es ¡¿que nos va hacer la iglesia?!. Bueno no hay tiempo, y nos vamos pronto, espero que nadie nos haya seguido, quizás necesitaremos ayuda muy pronto, eso me dijo HP. — leyó Johnny, para luego mirar a Diego, y este otro sacó de su carta un mapa donde se indicaba, donde iban a estar, solo por unas semanas.
Miro esperando saber que hacer — por lo visto están bien, pero tengo curiosidad, de qué fue lo que robaron, ¿o me vas a decir que tu no? — le dijo a Johnny con una sonrisa.
Desvió la mirada un poco y dijo — Quizás sí, pero no podríamos ir ahora, te tienes que casar pronto — Le dijo Johnny más su intención no era recordarle el matrimonio que tendría en un mes — A no ser que retrases la fecha, podríamos ir a ver que pasa — a juzgar por la mirada de Diego, se veía que estaba tentado a ir a ver, que clase de objeto se habían robado, pero ¿cómo podría atrasar la fecha de una boda anunciada?, esa era la pregunta.
Cerró los ojos, y volvió a mirar a Johnny — Me costará mucho hacerlo, pero aunque lo haga, ella me preguntará a donde estoy de ida — le dijo, tratando de buscar ayuda en ese caso — ¿Puedes ayudarme en este caso? — El joestar le miró con un rostro confundido, no sabia que decir, nunca tuvo el problema de casarse, y peor aun tener un compromiso.
Miro ambas cartas, y dijo — Quizás inventé una excusa, como que por allá tienen buenos caballos, que necesitas — Diego sonrió.
Y dio una risa graciosa — Es una mala excusa, pero si no conoces el ámbito de un buen corredor es más fácil, me gusta, lo tendre muy encuenta — miro el reloj cercano y dijo — Bueno mejor me apuro, o me estara preguntando porque me tarde tanto  — miró a Johnny a los ojos y dijo — tienes que estar atento, puede que en cualquier momento salimos para ir a Egipto. — Johnny asintió y vio a Diego abrir la puerta de la biblioteca y salir de ahí.
Por lo visto la pelea estaba buena, ahora él tenía la delantera en todo esto, aun así la extraña actitud de la prometida de Diego era extraña. Pero trataria de no mostrarse tan obvio en algunos casos, por ejemplo este, donde viajaría con Diego de ida a Egipto.

Johnny se había ido a su cuarto, había estado mirando la carta de HP para Diego, ella era bastante seria en este caso, realmente en sus palabras estaba la preocupación por lo hizo, y si hubiera podido ver su rostro seguro también estaría su miedo. Mientras revisaba el mapa, observó que algo no estaba bien, como si la dirección o el lugar no fuera ahí, sino que le estaba indicando que el lugar es otro, y este era un señuelo por si la iglesia encontrará la carta primero, todo indicaba que ese era el motivo.
Estuvo mirando la carta y el mapa mucho tiempo, rebuscando muchas veces, bastante, uno por si se equivocaba y dos para saber exactamente donde estarian.

Las horas no las sintió, hasta que llegó la hora de almorzar, bajo y se enteró que Diego y su prometida habían salido, así que se quedó solo, pero esta vez no sintió tristeza, dado que su mente y seguridad le decía que “si”, si iría con Diego a Egipto, algo muy bien ganado.
Después solo volvió a su habitación para tomar las cosas y seguir investigando en la biblioteca, y lo logró por lo visto ella lo había hecho de tal manera que solo ellos que fueron a la carrera supieran.
Cuando salió con todo y las cartas, se adentro a su cuarto, por lo visto la noche había llegado, y con ello otra sirvienta le dijo que la cena esta lista, al bajar se encontró con la sorpresa de que Diego esta vez sí estaba con él — Johnny, te tengo una sorpresa — le dijo mientras el nombrado se sentaba — Si vamos a ir, pero con la condición que no tardemos más de un mes y medio — le dijo al susodicho.
Una parte de Johnny ya se encontraba feliz y saltando, mientras que la otra le decía que mantuviera la compostura, lo cual hizo — Me parece bien, de todas formas espero que no tardemos mucho —, con ello empezaron a comer, mientras hablaban de temas triviales, y cosas que solo ellos por el momento entendían, al terminar de comer se levantaron y Johnny dijo — Por cierto, ven a mi cuarto mas tarde quiero hablar contigo — Le habló de manera suave, y obviamente también tenía el propósito de tener un tono algo coqueto.
Diego por su parte no había entendido el motivo del tono — Claro, solo voy hablar con algunos los sirvientes sobre el viaje, y voy — le dijo, a lo que Johnny asintió, para luego irse a su cuarto.

Al cabo de veinte minutos, Diego llegó, tocando la puerta y Johnny con total tranquilidad le dijo que pase, este ya se encontraba con su pijama, y le indico que se siente a su lado, aun lado de su cama, y Diego lo hizo, con ello Johnny se levanta y le dice — Recuerdas las cartas, bueno no son lo que parece, en especial la de HP, ella no reveló el verdadero lugar a donde irian, asi que me atreví a investigar. — Fue a la mesita de Luz y abrió una caja con todo y mapa — Es aquí, por lo visto, quizás lo hizo para no correr riesgos — Diego escuchaba atentamente, mientras el otro le mostraba en el mapa donde realmente deben de ir.
Aunque Diego no notaba lo segundo que hacía Johnny, todo empezó con la cajita, dado que se agacho sin necesidad, y después se sentó al lado de Diego, lo más cerca posible, tratando de sonar lo más suave y coqueto, cuestión que para el momento no era necesario, más aún cuando Diego estaba mas interesado en saber que otra cosa había robado HP.
Johnny por su parte, deseaba que Diego notara su evidente coquetería, bastante, dado que mientras Diego revisaba el mapa, Johnny apoyaba su cabeza en el hombro del otro, esperando que se note.
Mientras el mapa coincide con lo dicho de Johnny, Diego volvió a mirar a Johnny quien tenía su rostro apoyado en su hombro, lo cual ponía la mirada de ambos bastante cerca, — Es cierto — Dijo Diego — Coincide mucho, entonces, tendremos que ir a esta nueva dirección, me alegra bastante tenerte aquí, creo que yo me hubiera tardado aún más. — Le dijo, aun con las miradas cerca, Johnny realmente no sabia que hacer, la mirada de Diego era profunda, podía sentir que este perforaba hasta su alma, una sensación en el estómago, llamada mariposas se instaló en su estomago, no sabia si podia durar mas tiempo de esa manera, realmente le estaba derritiendo.
Hasta que decidió apartar su cabeza del hombro del otro, y volver a sentarse — De nada, y ¿cuando nos vamos? — le pregunto, mientras trataba de calmar sus nervios.
Diego se levantó y dijo — mañana en la tarde, tomaremos un tren, por eso tarde mucho, tengo casi todo preparado, espero hayas hecho tus maletas — Le dijo riendo, Johnny negó — Bueno mañana te puedo ayudar, necesitaremos mucho y necesario, por ahora descansa Johnny — Dijo empezando a retirarse — Hasta mañana — fue lo último, para luego salir del cuarto, mientras que Johnny solo movió su mano, para pensar que llevaría a ese viaje.

El viudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora