De verdad tenía que dejar de soñar con él. Se estaba volviendo demasiado raro, demasiado obsesivo. Aunque siendo honesta, este sueño era mucho mejor que los que tenía habitualmente. No podía verlo claramente, sólo era una pequeña sombra oscura con cabello en forma de flama. La atmósfera a su alrededor se sentía pesada y calurosa. Supo de inmediato que estaba de vuelta en Karbos, el cálido y húmedo aire golpeándola fuertemente incluso en su sueño.
El viento se elevó a su alrededor, levantando su bata de laboratorio junto con el polvo rojizo. Bulma caminó derecho, acercándose lentamente hasta la sombra. No había más sonido que el fuerte viento y el suave crujir de sus tacones contra el suelo. Aún no podía ver bien al chico, incluso de cerca. Ella pudo distinguir su oscuro cabello, su puntiaguda nariz y su sonrisa burlona, pero los demás detalles lucían difusos.
—Vegeta... —su mano se levantó inconscientemente, deslizándose a través del brazo de la figura hasta su rostro, deteniéndose en sus húmedos labios. Dio un paso más cerca, conteniendo su respiración mientras ya empezaba a sentir el radiar de su energía a su alrededor—. ¿Estás bien?
La oscura figura realizó un decisivo movimiento, agarrando las muñecas de la chica y chocando su cuerpo contra el de él. Ella sintió su piel erizarse cuando el aire caliente de sus labios chocó contra su cuello. La energía a su alrededor la atrapaba, empujándola con fuerza contra su musculatura. Su calor la consumió por completo, su poder y su sola presencia la atraían como un imán.
—Vegeta... —dijo ella, pasando sus dedos por su cabello oscuro—. Te he echado de menos.
De repente oyó un zumbido.
Sus ojos azules se abrieron, con extrema molestia ante el ruido de su despertador. Bulma gruñó con tristeza por su sueño interrumpido, pero luego sintió la calidez de otro cuerpo junto a ella. "¿Qué? No puede..."
Y no lo era. Su sonrisa se desvaneció cuando vio a Yamcha, con su camisa de beisbol y sus pantalones cortos, acurrucado a su lado en la cama. El reloj despertador junto a ella continuaba sonando y Bulma lo golpeó con furia, transformando su decepción en enojo. "No debería estar decepcionada. ¿En qué estoy pensando?"
Ella abrazó a Yamcha mientras dormía, tratando de sentirse menos culpable, pero no estaba funcionando. Faltaban sólo 10 meses. Sólo 10 meses y abordarían la nave espacial de Kamisama hacia Namekusei. Sólo 10 meses y vería a Vegeta de nuevo. Pero con la forma en que su mente subconscientemente anhelaba ese momento, ella solo esperaba que no resulte una completa decepción. "¡Para! ¿Cuál es tu problema Bulma? ¡Perdonaste a Yamcha y sigues pensando en Vegeta!"
Bulma se levantó de la cama, poniéndose sus pantuflas acolchadas y su bata, antes de arrastrar su cuerpo todavía cansado por las escaleras. Realmente era lo peor ser la vicepresidenta de una corporación mundialmente aclamada. Se podría pensar que ser una de las mujeres más influyentes en el mundo, al menos te permitiría dormir hasta las 8 am. Pero ella no gozaba de tanta suerte. A las 6:30 a penas se veía el sol, el aire estaba vigorizante y fresco cuando ella salió al patio trasero, sacando un cigarrillo de su bata.
—Cariño, ¡dijiste que estabas intentando dejarlo!
Los agudos regaños de su madre eran lo que menos quería esta mañana. Retiró el cigarrillo de su boca con frialdad.
—Eso hago, y estoy dando mi mayor esfuerzo.
—Vamos, Bulma. Tu padre ya tiene ese hábito repugnante. No quiero que mi pequeña niña lo tenga también —exclamó la Sra. Briefs, extendiendo su pequeña mano—. Dámelo.
Ella trataba de dejarlo de verdad. No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que los cigarrillos no eran saludables. Además, la parte vanidosa de ella sabía que la harían verse mayor a largo plazo. Pero estaba teniendo una mañana difícil, un mes difícil para ser exacto.
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Deseos Peligrosos (Vegebul)
FanfictionAU. Secuela de "Pide un deseo" ¡Ten cuidado con lo que deseas! Luego de su regreso a la Tierra, Bulma hace lo posible para olvidar su aventura en el espacio. Pero las repercusiones de su deseo continúan, especialmente luego del inevitable reencuentr...