XXII. Así que ¿así termina todo?

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[I]

Ayer estuve ansiosa por tu llegada

pero al verme
tu reacción fue tan distante,

como si no
hubiéramos pasado semanas

esperando solo
para vernos un instante.

Quizá tus amigos
son más cultos y graciosos

y seguramente tu novia es fascinante,

lo suficiente para que evadas mis ojos

y que de pronto
yo deje de ser importante.

[II]

El muro frío y grueso
que nos separaba,

los kilómetros de silencio
entre nosotras,

solo eran centímetros
de dudas calladas,

la ruta de migajas que recogí
cual sobras

para poder alimentar
estas esperanzas.

Cada vez que creí
que ya habías cambiado

venías de nuevo y me decepcionabas

y no puedo fingir
que quedó en el pasado.

[III]

Dije que te avergonzaste de mí
en broma

y no dudaste en responder que así era,

que ya no me llevarías más a una obra;

se que fue sarcasmo,
pero yo llegué primera.

Yo fui quien
te tomó las fotos con tu tropa,

sin embargo
conmigo no sacaste ninguna,

¿Acaso fue mi mal delineado?
¿Fue mi ropa?

Lamento no haber estado a tu altura.

[IV]

Quise ir a casa y tú ya tenías una,

otro hogar
en el que yo no tengo cabida,

en donde no importa si el Sol se oculta

porque en cualquier abrazo
serás bienvenida.

¿Y yo en qué brazos
me refugio de la noche?

Tu «por siempre y para siempre»
fue mentira,

mi madre lo sabía
desde el primer roce;

¿Acaso desperdicié
tres años de mi vida?


Junio 24, 2022.

Mariposas de Sueño y Café.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora