XCIX. No tan especial.

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¿Y qué tal si la sensibilidad no es un don?

¿Qué tal si la belleza que veo a mi alrededor

no es un reflejo de lo que llevo dentro?

¿Qué tal si mi sufrimiento

no se debe a que sea demasiado buena

para este mundo estropeado?

¿Qué tal si mi amor y mi arte

no son el retrato de un alma pura?

Que no soy un ser de luz

ni un ángel

ni nada, solo una humana

común y corriente.


Sentirse especial por sentir

¿Acaso es tan necesario?

Quiero decir, puedo entender

la piel erizada y la falta de aliento,

las lágrimas al borde de los ojos,

la calidez en las mejillas,

el cosquilleo en el pecho,

la paz de una respiración dormida

y la impotencia ante la injusticia

¿Y qué?

¿Acaso conmoverse no es lo normal?

¿Acaso ahora sentir debe ser sobrenatural?

Porque resulta que la magia, la empatía,

el dolor y la poesía

no son inherentes al ser humano.

Pensarlo así, sinceramente, sería ingenuidad,

solo una excusa

para convencerse

de que tienen ese «algo» especial.

Si me quedo embelesada

contemplando la Luna,

si me hipnotiza el sonido del agua

chocando contra las rocas,

si mi corazón se encoge

ante el llanto ajeno,

si la sensación de una mano en la mía

me otorga calma,

si la sangre me hierve

al ver la crueldad,

si escribo cuando me sobran las palabras

y cuando me faltan

es porque soy sencillamente humana,

humanamente humana.

Pero, talvez

hay algo de alivio en pensarse especial

(y eso también es de humanas).




Junio 15, 2023.



Mariposas de Sueño y Café.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora