CXIX. Qué vergonzoso es seguir pensándote.

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Estuve hablando de tí esta tarde

como si nunca te hubiera querido

pero la Luna ya se ha alzado en el cielo

y ella sabe más de tí y de mí

de lo que tú y yo sabemos

porque ahora que el Sol ha caído al horizonte

he de admitir que te extraño

aunque no te lo diría,

no podría hacerlo.


Me he resignado a la idea de no volver a verte,

a la idea de que solo nos saludaremos en Navidad y Año Nuevo

porque tampoco serías capaz de recordar mi cumpleaños

aunque yo siempre tenga presente el tuyo.

Me he resignado a tu ausencia

pero eso no me impide preguntarme

si tú también has hablado de mí esta tarde.

Quisiera saber

si después de todo, alguna vez me has pensado.


Han pasado unos cuantos poemas desde que me prometí

no volver a escribirte,

no volver a crearte

sin embargo heme aquí de nuevo

rearmando tu recuerdo con palabras

para no terminar de soltarte.

Nos lamento tanto esto,

lamento no saber irme

de donde tú no supiste quedarte.


[...]


No debería seguir rogando,

pero si esta será la última vez,

entonces, por mi bien, dime que me has pensado

y que cuando lo haces, sonríes

y te ríes y te cosquillea el pecho

dime que me piensas y que cuando sucede

desearías no haberte alejado.

Al menos en mis sueños respondes a mis mensajes

pero si no piensas hacerlo, impídeme seguir soñándote

es que no quiero que mis poemas sigan radicando en extrañarte.

Mariposas de Sueño y Café.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora