Huellas

Profundidad

Al llegar los chicos observaron la casa dubitativamente, no veían nada raro, luego uno tras otro caminó hasta la puerta, la observaron por un momento en busca de algún timbre que tocar, pero no había ninguno o por lo menos alguno visible. Jacob se acercó hasta una de las ventanas laterales de la casa, aún no estaba seguro de si realmente las chicas estarían ahí, pero en el poco tiempo que había estado frecuentándose con Alice, había empezado a conocer mejor a la chica, después de que hubieran sido testigos de lo que había ocurrido en la noche, tenía la vaga idea de que Alice hubiera venido directamente hasta Diego, suponía que ella querría respuestas dado los sucesos recientes, además no parecía ser de las que se quedaban mirando mientras todo ocurría, tenía que admitirlo la chica tenía bastante carácter. Jacob se asomó a observar por la ventana, las cortinas dificultaban la visibilidad del interior de la casa, se pegó más, pero aún no podía ver nada, de pronto se escuchó un grito dentro de la casa, rápidamente volteo y corrió hasta la puerta principal, al llegar noto que ya estaba semiabierta, dudó antes de ingresar, pero luego sin importarle nada, ingreso y camino por el pequeño pasillo que daba a la sala de la cual provenía las voces.

En la sala se encontraban Alice y las demás chicas, quienes estaban mirando sorprendidas a los chicos, todos se mantenían en silencio, a excepción del chico que estaba sentado cerca de una de las ventanas que daba vista al patio trasero de la casa, Jacob observo a Diego atentamente, el chico parecía divertirse con la situación que se estaba dando en su sala.

-Bueno, necesito un poco de orden – dijo Diego. Jacob volteo a mirar a Alice, la chica evitó mirarlo, la observo atentamente, pero ella ni sé inmutaba, mantenía una mirada fría hacia a Diego – entiendo que estemos del mismo lado, pero no recuerdo haber dicho que podían entrar en mi casa cuando quisieran – luego el chico se quedó en silencio por un instante – pero me supongo que todos vienen por lo mismo.

-Él nos trajo – los tres chicos apuntaron con el dedo a Jacob, quien volteo a mirarlos disgustado.

- ¿Y así se hacen llamar mis amigos? – Jacob los fulmino con la mirada, luego volteo a mirar a Diego – discúlpanos por entrar de esta forma, es que estábamos preocupados por las chicas – Las chicas no pudieron evitar sonreír ante lo que habían escuchado.

-Vaya, ¿tan preocupados estaban? – dijo Samantha quien observo a cada uno hasta que detuvo su mirada en el chico de cabello oscuro y ojos cafés que la observaba atentamente, ella sonrió ante él, y Lucas no pudo evitar sonreír ante la sonrisa pícara de la chica – ahora díganos, ¿Qué hacen en realidad aquí? – los tres chicos voltearon a mirar nuevamente a Jacob, quien buscaba la mirada de Alice, la chica seguía evitando mirarlo, aún no entendía lo que había pasado esa noche, más que nada no entendía lo que le había pasado a la chica, Jacob aun podía recordar vagamente lo que había sucedido antes del golpe que ella le había dado, el chico no podía comprender la reacción de la chica, no entendía por qué se había molestado tanto, la acción de Alice había sido tan inesperada que lo había dejado en shock, al regresar al instituto después de aquello, se había quedado despierto hasta muy tarde, las dudas y la sorpresa no lo habían dejado conciliar el sueño. Pero ahora aquí estaba nuevamente frente a ella, luego de haberse quedado pensando por un momento, reacciono, volviendo a la realidad levanto la mirada y noto que todos los demás en la sala lo estaban mirando.

- ¿Tú también lo sabias? – pregunto Sabrina quien se mantenía seria – algo tan grave como esto, ¿y lo trataste de ocultar de todos?

Alice miro atentamente a Sabrina, pocas veces la había visto tan seria, a pesar de que llegaba a ser muy reservada, solía tener su lado más tranquilo, más sonriente, más dulce, pero Alice también sabía que ella siempre solía ocultar una personalidad que pocos conocían, una más oscura, en este caso en aquella institución la única que conocía a la otra Sabrina era ella, pero a pesar de ello Alice sabía que era una buena chica, solo era alguien que intentaba protegerse a sí misma, aunque no sabía de quien o de que exactamente, sentía lastima del chico que ahora mismo estaba siendo observado por esa mirada, se sentía avergonzada por no poder hacer lo mismo, quería mirarlo, Alice entendía que el chico probablemente estaría muy molesto con ella después de lo que había pasado en el bosque, aquel impulso había ocurrido instantáneamente, que cuando se había dado cuenta, ella ya lo había golpeado, y la mirada de Jacob de total confusión la había desequilibrado completamente que no pensó en otra cosa que salir corriendo sin importarle nada, cuando Alice había llegado a los dormitorios se había encontrado con la maestra Eva Sosa, la cual al verla toda sucia se había exaltado, preocupada por ella la había interrogado prácticamente sobre lo que le había ocurrido, pero la chica solo le había dicho que había sido por una torpes de ella y que se había caído, pero la maestra no parecía haberla creído, pero a pesar de ello la había dejado irse a su dormitorio. Luego de zafarse, ella había continuado su camino hasta el dormitorio, al entrar Alice había notado que la habitación estaba vacía, las demás chicas aún no habían regresado de la reunión, luego de ingresar había empezado a observar atentamente la habitación, a pesar de que habían más habitaciones al lado el lugar se encontraba bastante silencioso, luego había notado que una de las ventana estaba semiabierta por el cual se colaba una pequeña brisa, se había acercado para cerrarla, pero de pronto una pequeña y singular brisa gélida había atravesado la abertura de la ventana, el frio aire acaricio aquellas mejillas sonrojadas, sintió la pequeña lagrima deslizándose por su rostro hasta desprenderse de ella, lo recordó, lo había hecho nuevamente, había lastimado a alguien nuevamente, el rostro de Jacob confuso y sorprendido había surcado su mente toda esa noche, luego las lágrimas habían salido más y más hasta caer de rodillas sollozando. Luego de haberse aseado completamente, Alice se había quedado dormida, las demás chicas habían llegado después y la habían encontrado durmiendo, a pesar de la curiosidad que tenían de saber dónde había estado, no quisieron despertarla.