Huellas

Sabuesos

   Ryan se acercó a Helen, la chica aún estaba en shock, la tomó de la mano y la volteo hacia él.

-Helen, ¿te encuentras bien? – preguntó, la chica sólo llegó a asentirle con la cabeza – ven – la abrazo, sentía como temblaba – tenemos que salir de aquí.

-Helen, dime ¿aún tienes el celular? – preguntó Lucas, Helen recordó haberle dado a Ryan.

-Yo la tengo – dijo Ryan y le paso a Lucas.

-Chicas creo que será mejor que se saquen sus tacones – las chicas se quedaron mirando a Lucas – no sabemos qué encontraremos más adelante y necesitaran estar listas ya sea para correr si es el caso.

- ¿De qué estás hablando? – protestó Samantha – acaso quieres que andemos descalzas.

-Si, es necesario – respondió Lucas – a menos que quieras seguir asi.

-Tiene razón – dijo Ryan – pueden usar nuestros zapatos para que no anden descalzas – Helen y Samantha se miraron, Lucas pareció desaprobar la propuesta de Ryan, pero sabía que no tenía opción más que aceptarlo.

-Bien, como sea – dijo Samantha. Ryan le dio el suyo a Helen el cual le quedaba un poco grande, pero prefería tener algo por el pie que andar descalza en aquel lugar, Lucas le dio el suyo a Samantha, el cual para sorpresa del chico le quedó perfecto.

-Bien, andando – dijo Lucas.

El lugar al que habían llegado estaba a oscuras, al parecer era uno de los pasadizos que estaba bajo el instituto. El pasadizo seguía recto, más adelante se lograba ver algunas luces parpadear, aún asi la oscuridad teñía las paredes, y había bastante humedad, Lucas prendió la luz del celular y con ella empezó a guiar a los demás, caminaron durante un buen rato, de pronto un olor nauseabundo empezó a inundar el pasadizo oscuro, el olor parecía estar más cerca, parecía el olor de carne descompuesta, como el de un animal muerto, al caminar un poco más, logran llegar al lugar de donde provenía aquel olor tan fuerte, gracias a la luz lograron ver las decenas de ratas muertas en el suelo o lo que quedaba de ellas, todas estaban destrozadas, todas estaban completamente desmembradas, al parecer algo se había estado alimentado de ellas, las arcadas no se hicieron esperar, Samantha empezó a vomitar, el hedor impregnaba todo el lugar, a pesar de ello se obligaron a seguir caminando a través de todo aquello, pero siempre vigilando sus espaldas por sí aparecía nuevamente la criatura, Lucas aún recordaba lo horrible que se veía aquel animal, el animal era bastante grande a pesar de su apariencia desnutrida, los ojos grandes y brillantes, tenía la mandíbula desgarrada, era como si hubiera estado en una pelea con otro animal, aunque lo que Lucas realmente se preguntaba era, como había llegado aquel animal a este sitio, se preguntaba si el director tenía que ver con ello, la idea lo enfurecía, si el director estaba tras esto se merecía pagar por lo que le había hecho a aquel animal, debía hacerlo pagar, pero eso tendría que esperar, ahora debían encontrar la forma de salir de aquel lugar. Siguieron caminando, hasta que llegaron al lugar donde se encontraba la pequeña luz que habían visto a lo lejos, el foco alumbraba de forma tenue lo que parecía ser un cruce de pasillos, observaron en cada una de las direcciones, izquierda, derecha y en frente.

-Ryan, dime que trajiste el plano del instituto – volteo a mirar al chico, Ryan se veía bastante desgastado, el chico negó con la cabeza.

-No, lo siento se me quedó en el sótano – respondió.

Samantha maldijo, todos voltearon y miraron hacia el pasillo de la izquierda, frente a ellos se encontraba otro perro, mirándolos fijamente bajo la oscuridad, sus ojos brillaban, el animal salió hacia la luz acercándose hacia ellos, era obvio que no era el mismo, el horror en sus caras se pronunció al ver al perro ensangrentado, tenía las costilla a la vista y la piel colgándole del costado, el animal parecía estar agonizando, los chicos se quedaron horrorizados sin poder moverse. Ryan sintió nuevamente a Helen temblar, lo que estaban viendo superaba cualquier cosa, el horror que sentía al ver aquel animal, moviéndose torpemente hacia ellos ensangrentado, Lucas levantó el palo que tenía en la mano, Samantha se puso tras él, a medida que el animal se acercaba los chicos retrocedían, Lucas noto el sufrimiento del animal, estaba a punto de morir, agarro con fuerza el palo preparándose para darle el golpe.