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SCARLETT

Tres horas seguidas esquiando han sido el máximo de mi madre, y por eso ahora estamos en la cafetería. Bueno, no se si se le puede llamar cafetería, parece más un pub. Mi madre es una mujer moderna y parece gustarle que estemos aquí con la música a tope. Estamos en la terraza sentadas en unos taburetes alrededor de una mesa, este sitio me encanta. Desde aquí tenemos unas vistas increíbles de las pistas de esquí y toda la nieve, mire a donde mire solo hay nieve.

—Cervezas para todas— dice Elizabeth dejándolas en la mesa y se sienta a mi lado

—Muchas gracias querida— le dice mi madre— ¿Cómo te ha ido esquiando?— le pregunta

—Creo que no tan mal, pero eso habrá que preguntárselo a mi monitora— dice mirándome— ¿Qué tal lo he hecho Scar?

—Nada mal, lo ha hecho mucho mejor que tu mamá— digo y mi madre pone cara de ofendida

—Haré como que no lo he escuchado porque según Nessa este año he empezado mejor que otros— dice y Nessa aparta la mirada— Vanessa Johansson, no me des la espalda ahora— dice y nos reímos

—Perdón, perdón. Lo ha hecho... Bien.

—Gracias— responde mi madre— Elizabeth, lo que pasa es que me he caído unas cuantas veces y solo piensan en eso, no en lo demás.

—Yo también me he caído, de hecho, Scarlett si ya no te caigo bien lo entiendo— dice Lizzie y nos reímos

—Creo que podré con ello— le respondo posando mi mano en su muslo

—Por cierto, os voy a contar el planing para hoy que os va a encantar— dice mi madre emocionada, me encanta verla así de feliz— Ahora nos vamos a comer y después tenemos spa, luego ya cenamos otra vez todos juntos y ya podéis salir de fiesta o lo que queráis ¿Os parece bien?

—Está perfecto, mamá. Muchas gracias— le dice Nessa y las demás asentimos

—Si queremos llegar a comer, deberíamos ir ya al hotel para cambiarnos, ¿no?— dice Maddy

—Toda la razón, venga señoritas— se levanta mi madre

Pagamos la cuenta y vamos rumbo hacia los huevos, o como dice Lizzie, óvalos. No puedo evitar reírme al ver la cara que pone Elizabeth al oír a mi madre decir huevo, es como si hubiera visto un marciano. Se suben las demás, dejándonos solas otra vez.

—No te rías— dice dándome un pequeño puñetazo en el brazo— Es raro decirle huevo.

—Lizzie, es un huevo, a cualquiera que le preguntes te va a decir que es un huevo— digo y entramos

—Los huevos son color beige, esto es rojo— dice y me rio

—No es por el color, es por la forma— digo y cruza los brazos— Sabes que tengo razón— me acerco mas a ella intentando descruzar sus brazos

—Pues me gusta más óvalo, es solo de prueba tengo que buscarle un nombre mejor— dice intentando no reírse y descruza los brazos

—Lo haces solo por joderme ¿no?— digo y le termina saliendo una sonrisa— Esa sonrisa te delata Olsen.

—No eres el centro del mundo— ya no puede ni aguantar la risa al hablar— Cariño— dice y sonrío por el mote

—Eres insoportable— digo sin apartar la mirada

—Seguro que sí— responde sonriendo

Que guapa está con la nariz roja del frío y la trenza deshecha. Se que no debería pensar así de la novia de mi hermano. Nos conocemos solo desde hace dos días, pero me es fácil hablar con ella y cuando me pregunta por el hospital lo hace porque de verdad le importa no por compromiso. Es una persona muy dulce, y terriblemente guapa, es bastante difícil de ignorar.