ELIZABETH
Es casi de noche, y yo estoy aquí poniéndome la ropa para esquiar, si se puede llamar así a lo que voy a hacer, probablemente haga mas el ridiculo. He de decir que no estoy nada nerviosa, las mujeres de esta familia parecen mucho más majas que los hombres, teniendo en cuenta que salgo con uno de ellos. Él probablemente estuviera todo el rato gritandome, o directamente pasando de mi. Como está haciendo desde ayer por la noche. Cuando llegamos a la habitación dijimos que íbamos a hablar de lo de la boda, parecía arrepentido incluso, me metí en el baño para lavarme los dientes y cuando llegué a la habitación se había dormido. Con un par de huevos. Esto no se va a quedar aquí, pero yo no voy a ser la que haga por solucionarlo.
No tenía mucha ropa de esquí, por lo que tuve que comprarla antes de venir. Compré una chaqueta azul marino de Helly Hansen y unos pantalones blancos. Me he hecho una trenza un poco suelta porque aunque no vengo mucho a esquiar sé que con el casco es mejor llevar el pelo recogido. Trucos de novata.
Bajo a donde creo que puede ser la cafetería, y las encuentro ahí a todas en una mesa hablando.
—Elizabeth, buenos días querida— dice Melanie y me siento
—Buenos días ¿Habéis pedido ya?
—No, te estábamos esperando— dice Scarlett y le sonrió
—Muchas gracias, ¿lleváis mucho aquí?
—Que va, Scarlett acaba de llegar y nosotras llevamos solo cinco minutos aquí— dice Vanessa
—Scarlett cariño, porque no te levantas y vas a buscar al camarero. O directamente le pides los cafés— Scarlett se levanta
—Claro, decidme que queréis.
—Café solo.
—Cortado.
—Un bombón
—Yo otro bombón— digo y se va
Cuando se da la vuelta me fijo en lo que lleva puesto, va entera de negro. Lleva una chaqueta de northface negra y unos pantalones también negros. Lleva una trenza al igual que yo, parece que no sólo se los buenos trucos.
Desayunamos con tranquilidad y hablamos como si nos conociéramos de toda la vida, a Scarlett se le nota más habladora ahora que no está su padre y eso me gusta. No sé qué habrá pasado entre ellos, pero sin duda, parece que Scarlett no es una persona que se enfade por tonterías.
El pueblo es super bonito, me encanta el ambiente, está todo nevado con muchas tiendas y gente paseando con sus esquís. Entramos en la tienda de material, y es enorme. Tiene dos plantas y parece que ya nos conocen, porque subimos directamente a la segunda planta donde no hay nadie. Solo un chico detrás de un mostrador.
—Venir a decirle la talla de zapato— dice Scarlett
Solo pido por favor que me den unas botas normales, siempre que vengo a esquiar me dan las mas feas de todas. Pero todo puede cambiar hoy.
Le digo mi talla y me da unas botas, nada más y nada menos que rojas con estampados de animales, soy joven pero creo que no parece que tenga cinco años. Creo que me están vacilando.
—Jo— digo sacándome los zapatos
—¿Qué te pasa?— me dice Scarlett sentándose a mi lado
—Va a sonar un poco tonto.
—Elizabeth...— dice con un tono de voz más grave que de normal, la forma en la que ha dicho mi nombre ha causado en mí más de lo que me gustaría admitir
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CHOOSE ME
RomanceScarlett Johansson, la mejor cirujana en uno de los hospitales más reconocidos de Nueva York, con algunos problemas, pero la vida casi hecha. Casi. Como todos los años, vuela a los Alpes para el viaje familiar que planea su madre, todo lleno de lujo...