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ELIZABETH

Nunca había hecho nada parecido, lo juro. Hunter en la cama es la persona más sosa que he conocido, y tampoco es que yo haya tenido muchas experiencias además de él. Pero Scarlett me calienta con un mínimo toque y me hace querer más. Y hoy, pues no he podido contenerme. Necesitaba oír su voz, y vaya que si la he oído. Antes al teléfono me sentía con mucha confianza y muy segura de lo que estaba haciendo, pero ahora la verdad es que me da un poco de vergüenza ver a Scarlett. Me gusta demasiado y no quiero haberla cagado.

Mis pensamientos y yo nos vestimos para bajar a comer, lo que significa ver a Scarlett, y sin olvidarnos de Hunter. No me gusta estar haciéndole daño, pero hay veces que me pregunto si de verdad me quiere o solo es para tenerme cogida de su brazo mientras vamos a galas benéficas. Yo me enamoré de un Hunter que ahora no reconozco y cada día me estoy dando más cuenta, y eso es gracias a una persona que me está demostrando que merezco más.

—¿Aún no han llegado?— pregunto sentándome al lado de Vanessa

—No, me ha escrito mi madre diciendo que han pillado un poco de tráfico pero que están ya— contesta Nessa— ¿Te has aburrido?— me pregunta

No exactamente.

—No, he estado adelantando trabajo. Tenía que hacerlo algún día— le respondo— Y vosotros ¿Habéis ido a algún lado?

—Si, hemos ido al pueblo a comprar unos souvenirs para los padres de Chase— dice y justo entran los demás

Miro a Scarlett que me sonríe y automáticamente aparto la mirada roja como un tomate e intentando ocultar la sonrisa que no puedo evitar. Para mi mala suerte no se sienta cerca de mi.

—¿Qué tal?— le pregunto a Hunter

—Bien— responde seco y ruedo los ojos

Estas son las cosas que me enamoran cada vez más, que se note el sarcasmo.

—Bueno, hoy es nuestro penúltimo día. Lo que significa...— dice Nessa haciendo un redoble de tambor con los dedos

—Karaoke— dice Melanie sonriendo

—¿En serio seguimos con eso?— pregunta Karsten serio

—Si, y vas a venir. No hace falta que cantes— responde Melanie

No son ni de lejos la familia perfecta, pero, tienen unas tradiciones que me encantan. Se nota que la única que hace por mantener a la familia unida es Melanie, y eso me da un poco de pena. Pero ella se esfuerza y nunca le falta una sonrisa. Es muy buena persona.

Me parece genial ir a un karaoke, de hecho me gustan muchísimo. Siempre voy con mis amigos y nos lo pasamos súper bien, espero que hoy no sea la excepción. Al principio siempre estoy muy tímida, pero después de un par de copas me levanto y no hay quien me quite el micrófono. Me encanta cantar.

Mis pensamientos se ven interrumpidos por uno de los mejores sonidos que he escuchado, la risa de Scarlett. Se está riendo por algo que le ha dicho Adrián. Su sonrisa enloquece a cualquiera. Me apuesto lo que sea a que en el hospital ha dejado más de un corazón roto. No culpo a los pobres que cayeron hipnotizados con su sonrisa, porque yo soy una de ellos. Y tengo tantas cosas que decirle, tanto que quiero expresarle. Pero no soy buena con las palabras, así que espero que sea buena leyéndome los ojos.

—Hoy vas a hartarte de cantar— me dice Maddy y sonrío

—No lo dudo, me encantan los karaokes. Pero necesito un empujoncito— digo y se ríe

—Te entiendo, yo también. Nunca canto la primera, me da mucha vergüenza. Pero te lo vas a pasar genial. Esta familia en otra vida fueron cantantes— dice y me rio

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