Monkie Kid: Baku el devorador

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Espero que les guste~

El silencio en el restaurante era tenso, con todos temerosos y preocupados, los ojos fijos en el menor. Mei se les acercó una vez que la pequeña Vi se fue con su madre, con las manos temblorosas y una ligera mueca, había escuchado la mayor parte de la conversación.

-Lady Bone Demon- habló el dueño del lugar. Ese nombre aún daba escalofríos para los presentes, intentaban no mencionarlo, pero el chico parecía más confundido aún. -¿Te suena?- esta desesperado en este punto. La memoria ajena se esta perdiendo a un ritmo alarmante y no tienen ni idea de como solucionarlo.

-Niña de cabello blanco...ojos rojos...fría como el hielo- pareció reconocer el nombre pero no recordarlo en sí. MK hizo una mueca,  alzando las manos para taparse los oídos, su cabeza le dolía por intentar recordar y ya no quería más preguntas.

-Está bien, esta bien- Wukong puso sus manos sobre las de su alumno, preocupado ante el dolor que estaba sintiendo al aparecer. -No mas preguntas- suspiro, pensativo. Reviso toda su memoria con rapidez, sin poder recordar un hechizo o un sello o un demonio en particular que pudiera causar pérdida de memoria de ese estilo. -Voy a hablar con Nezha- era una decisión. -Los celestiales tienen una gran biblioteca de todos los demonios y sellos del mundo, quizás tengan alguna información- puede recordar aquel lugar, lleno de libros y pergaminos de todo tipo.

-Es una buena idea pero...- Tang hizo una ligera mueca. -...Nezha fue expulsado, los celestiales no lo dejaran llegar a su biblioteca así nada más...- es la triste verdad.

-...pero es quien más oportunidad tiene de llegar hasta allí- dijo Macaque, pensativo. Ninguno de ellos era realmente un rival para los celestiales, incluso Wukong tendría problemas a la hora de enfrentarlos y teniendo en cuanta la desesperación del momento, ese mono se lanzaría sin pensar, saliendo lastimado de seguro.

-Es la mejor idea que tenemos- todos dejaron escapar un largo suspiro.

-Iré a hablar con Nezha...- el dios soltó suavemente a MK, quien bajo lentamente las manos y los miró con curiosidad, confundido. -...ustedes eviten que salga de aquí y controlen su memoria- los presentes asintieron sin pensar, su plan ya era cuidar al menor.

-¿Ya te vas?- el castaño miró a su maestro con tristeza.

-Lo siento amigo, tengo que hacer unas cosas...- sonrió ligeramente, despeinado el cabello ajeno con una de sus manos. -...pero volveré y podemos ver películas, ¿quieres?- MK asintió rápidamente, sonriendo con emoción. Se despidieron del dios, con Mei llevando escaleras arriba a su amigo para que se acostara un rato, mientras que Wukong salió del lugar en su nube, alejándose a toda velocidad. Pensó en el camino como iniciar la conversación, sabiendo que el príncipe se iba a negar ayudarlo a él en particular, en especial después de que fue su culpa que lo expulsaran. Respiro profundo al ver a quien buscaba, entrenando al parecer en lo alto de una montaña, con los pies firmes en el suelo y su lanza entre sus manos. Desapareció su nube y aterrizo sin mucho problema, el de cabello negro volteándose ligeramente y frunciendo el ceño.

-Lo que sea que quieras, es un rotundo no- fue lo primero que dijo Nezha al ver al dios acercándose, haciendo desaparecer su lanza en un rápido movimiento de mano..

-¡Al menos déjame hablar antes!- hizo un puchero ante la actitud ajena, ya sabía que esa seria su primera respuesta.

-Sigue siendo no- se cruzó de brazos, negándose. No iba a ayudar a ese mono, no después de que por su culpa había sido expulsado del lugar que había llamado hogar durante muchos años. Estaba molesto, incluso un poco rencoroso.

-No es para mí...- movió ligeramente la copa, ansioso. -...es por MK- sabía que decir el nombre ajeno era una buena forma de convencer al príncipe, había visto como él había desarrollado una debilidad por su sucesor y estaba dispuesto a abusar de eso por el momento. El resultado fue lo que espero, Nezha se puso alerta, mirando al dios con seriedad.

-¿Que paso?- preguntó. Quería mucho al sucesor, quien siempre lo recibía con una gran sonrisa y lo trataba con amabilidad, dispuesto a enseñarle todo lo que él no supiera.

-No lo sabemos, volvió de sus entregas y empezó a actuar extraño...- eso era lo que le habían dicho los demás. -...su memoria...esta fallando. Recuerda muchas cosas pero tiene muchos espacios en blanco...- era la mejor manera de expresarlo. -...parece que va emporando mientras más pasa el tiempo...-

-¿Algo que está afectando su memoria?- se llevó una mano al mentón, pensativo.

-No hay sello y tampoco parece tener un hechizo encima...- informo, lo había visto con su vista dorada y no había notado nada encima de su alumno. -...pensé que podría ser un demonio pero no recuerdo que haya alguno que haga eso, así que...- hizo un gesto, esperando que el otro lo entendiera.

-...quieres que revise la biblioteca de los celestiales- Nezha frunció el ceño ante eso. Fue expulsado por haber fallado en su misión, ya no era bienvenido, entrar a la biblioteca sería casi un suicidio, entrar a zona sagrada y esquivar celestiales, buscando entre la gran cantidad de información, todo eso sonaba como locura. -Lo hare- está a dispuesto, en especial si era por MK, porque quería ayudarlo y salvarlo de cualquier peligro en el que esté.

-Gracias Nezha- Wukong sonrió, algo aliviado de que el príncipe decidiera ayudar.

-Lo hago por MK, no por ti- informó con un bufido.

-Lo sé- asintió, dejando escapar un largo suspiro mientras veía al de cabello alejarse rápidamente. Esperaba que no tardará mucho, no sabía cuánto tiempo tenía MK. Se dio media vuelta, invocando a su nube, dispuesto a volver con su sucesor. Solo podían esperar por el momento a que Nezha volviera con información y rezar porque MK pudiera aguantar todo lo posible.