Espero que les guste~
Nota: Sigo pensando que debería llamarse Party (fiesta en ingles) pero como todos lo llaman Porty, lo dejare así xD
El par miró fijamente a la extraña versión de MK que estaba parado frente a ellos, con una chaqueta de estampado de tigre colgando de sus hombros y unos anteojos a rayas color rosa, junto con unos auriculares que colgaban en su cuello color verde pastel.
-¿Que hay?- sonrió, cruzándose de brazos.
-Es...uno de tus clones- Wukong recordó que su alumno le había contado como la situación con los clones se le había salido de las manos y como algunos de ellos parecían haber formado una personalidad de repente, uno de ellos siendo el loco de la fiesta.
-Sip- MK sonaba divertido. -¡Hola Ponty!- saludo, sonando un poco más entusiasta que antes.
-Hola Jefe~- su sonrisa se agrando, bajando ligeramente sus extraños anteojos para mirar la lámpara. -Aún te mantiene encerrado, ¿he?-
-No me deja salir- si estuviera allí, de seguro estaría haciendo un puchero. -Escucha, mi amigos aquí tienen una idea para atrapar al Baku...-
-...escuche algo de los guardianes- mantuvo sus anteojos ligeramente abajo para ver a los monos, quienes le devolvieron la mirada fija. -Supongo que quieres que los guíe a donde está todo lo malo, ¿no Jefe?-
-Por favor- MK sonaba esperanzado y si estuviera presente, estaría viendo a su versión fiestera con ojos suplicante.
-No te preocupes Jefe, yo los guiare- sonrió, acomodando sus lentes, acercándose a los monos mientras escuchaban al menor festejar. Los miro con seriedad, susurrando sus siguientes palabras solo para que ellos escucharan. - Escúchenme bien...- se sacó los anteojos para mirar directamente a los mayores. -...ninguno de ustedes dos puede decir en donde esta todo lo malo, ¿entendido?- los miro con seriedad.
-No lo haremos- afirmaron rápidamente, sin preguntar la razón.
-Bien- se volvió a colocar sus anteojos y les dio la espalda, empezando a caminar. -Vamos, par de raros-
-Usas los anteojos de plástico con los que no se puede ver nada...¿Y nosotros somos los raros?- Macaque enarco una ceja, ya empezando a seguir a Porty, quien solo ignoro su comentario.
-Lógica de él- Wukong se encogió ligeramente de hombros, siguiéndolo. Caminaron en relativo silencio, atravesando una puerta algo escindida y sorprendidos al verse de repente justo fuera de una de las tantas casas del árbol que habían visto al principio. Ponty se detuvo en el borde y se volteo para mirarlos, una gran sonrisa dibujandose en su rostro, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón y dando un paso hacia atrás, cayendo. Los monos se asomaron y se miraron entre ellos, para después saltar y dejarse caer, aterrizando sin mucha dificultad. -Bajar fue más fácil que subir- murmuró.
-Te juro- asintió el mono de las sombras, totalmente de acuerdo.
-Vengan aquí- Ponty hizo un gesto, acercándose al gran árbol y ellos no tuvieron más que obedecer. El fiestero coloco suavemente su mano contra la superficie, una puerta formándose en el tronco del árbol y al abrirla, mostrando escaleras que bajaban. Empezaron a bajar, el pasillo algo estrecho y apenas iluminado, todo agrandándose cuando llegaron a su destino. Una gran habitación, con lo que parecían ser raíces brillantes que iluminaban el lugar en la parte de arriba, se veía muy diferente a las habitaciones a las que habían ido, más lúgubre y menos arreglado, con cosas tiradas y algo acumuladas en el suelo. Había una pila de duraznos de aspecto podrido en un esquina, algunos libros de aspecto maltratado en otra, unas antorchas apiladas con fuego oscuro en la punta, algunos CD grises tirados en otro lado, unas lámparas rotas, un par de tasas rotas, algunos lotos marchitos, unos platos rostros y algunos juguetes irreconocibles pero lo que más llamó su atención fue el hielo acumulado lo más lejos posible. -Aquí estamos...el lugar...- hizo una mueca, estremeciéndose ligeramente. -...odio estar aquí...-
En el exterior
Los presentes miraron aquel lugar con una mueca, sintiéndose invasores. Ese lugar estaba lleno de cosas malas y quien sabe que más, lo estaban viendo sin permiso y en malas situaciones. Red Son desvío la vista, sin querer ver nada que no debiera. Nezha le dio la espalda, sin querer invadir la privacidad ajena. Sandy se centro en su gato, sin gustarle la sensación de estar viendo lo que no debía. Tang, Pigsy y Mei mantuvieron la vista en el espejo, ignorando lo mal que se sentían en su interior. Esto era para ayudar a su amigo, se decían a sí mismos.
En el interior
-Esa maldita...- Wukong hizo una mueca ante el hielo acumulado, sin necesitar tocarlo para saber que tipo de recuerdos tenía.
-Oculto bajo las raíces...que inteligente...- pensó Macaque mientras veía a su alrededor, decidido a ignorar las linternas rotas. Esos debían ser relacionados con él y no quería ver, ya sabia que había hecho muchas cosas malas y lo que menos quería era recordarlo. Dio un paso, bajando la vista al sentir que había pisado algo. Parecía un trozo de plástico y contra su buen juicio, se inclino para tocarlo, un destello brillando en su mente.
Un niño pequeño, solo en medio de una habitación algo oscura y con los ojos fijos en unos bloques, la vos de un hombre quejándose y el sonido de cosas rompiéndose viniendo de la puerta. El niño hizo una mueca, levantando sus pequeñas manos para taparse los oídos y cerrando los ojos con fuerza.
Macaque retrocedió, parpadeando, algo en su interior estremeciéndose ante lo que habían visto. Miró de reojo a su contraparte, quien parecía triste y tenso, mirándolo con los ojos bien abiertos. El mono de las sombras a uno su mano con su pecho, llevando la otra para rozar la linterna que colgaba de su cinturón. No debían haber visto eso.
-¿Hay alguna manera de mover algunas de estas cosas...sin...activar nada?- preguntó el dios, intentando quitarse en nudo que se le había formado en la garganta. Ponty tarareo, mirando a su alrededor con un mueca.
-Los guardianes pueden hacerlo- contesto, haciendo un gesto hacia las escaleras. -Buscaré a algunos- y empezó a subir, alejándose, de seguro incomodo por aquel lugar. Wukong miró los duraznos podridos, sintiendo una morbosa curiosidad invadirlo, sabía que había metido la pata muchas veces pero ver ese montón de duraznos podridos después de ver los duraznos brillantes en lo que era su habitación era chocante. Se sobresalto al sentir una mano en su hombro, girando la cabeza rápidamente.
-No lo hagas- negó Macaque y el dios asintió, sintiéndose repentinamente tonto por el pensamiento que había cruzado por su cabeza. -Vamos, planeemos nuestra trampa- el de pelaje claro asintió, dejándose guiar por su contraparte, alejándose de los duraznos podridos.
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Monkie Kid: Baku el devorador
Fiksi PenggemarMK se ha vuelto el objetivo de un demonio hambriento, que esta dispuesto a lo que sea con tal de tener su banquete con ese chico como único y principal plato Aunque los demás no se quedaran de brazos cruzados, todo se por proteger a su amigo Solo se...