Espero que les guste~
Nota: Voy a dividirlo porque quedo horriblemente largo xD
-Hubiéramos revisado mi cuarto primero, estábamos allí- Wukong hizo un puchero infantil, cruzándose de brazos.
-Deja de quejarte, eres un adulto...- rodo los ojos, divertido ante la actitud ajena. -...o en teoría eres un adulto- agrego con tono burlón, riendo ante la mala cara que recibió por su comentario. Estaban de vuelta a la habitación de Nezha, que se veía un poco más brillante ahora, con las flores de loto sanas y completas flotando sobre el agua.
-¡Están de vuelta!- jadeo con encanta, corriendo para arrodillarse al lado del lago y tocando con la pinta de sus dedos una de las flores, una gran sonrisa dibujándose en su rostro al ver su recuerdo allí, completo y sano. Se levantó con un salto, corriendo hasta el Nezha dorado que estaba allí, quien se agachó para alzarlo. MK lo abrazo, riendo ligeramente. Los monos lo miraron, algo aliviados de ver que todo parecía estar bien.
-Oye chico, a riesgo de sonar entrometido...- Wukong se acercó con una sonrisa ligera en su rostro, su cola moviéndose lentamente. -...tengo curiosidad...- y señaló hacia la flor de loto atada alrededor de una de las muñecas del guardián.
-Oh...¿Quieres ver, Monkie King?- preguntó, sin parecer molesto por la curiosidad ajena. -¡Muéstrale, muéstrale!- se veía emocionado con la idea de compartir sus recuerdos favoritos. -¡Por favor, guardián Nezha!- el guardián se quedó quieto por unos segundos pero no tardó en extender su mano hacia el dios, quien sonrió ante eso y rozó los pétalos de aquella flor con sus dedos, el recuerdo mostrándose ante los presentes.
-¡Nezha! ¡Nezha!- MK corrió hacia el mencionado, con una gran sonrisa en su rostro y luciendo emocionado. -¿Estas emocionado por el festival? ¡Porque yo si!- dio pequeños saltos en su lugar.
-Muy emocionado- asintió el mayor, sonriendo ligeramente. -¿Decoraste tu linterna?- preguntó con tranquilidad, haciendo un gesto hacia la linterna redonda y de papel dejada en la mesa.
-¡Si!- tomo la linterna con manos cuidadosas. -¡Dibuje algo que nos representaba a todos!- mostró todos los dibujos que había hecho, dándole la vuelta para mostrar uno en específico. Era un loto, con pequeños pétalos a su alrededor. Su sonría sólo se agrando ante la mirada de sorpresa en el rostro del príncipe, riendo al notar las mejillas ajenas ligeramente rojas y los pétalos de loto apareciendo a su alrededor de la nada, flotando.
En el exterior, Nezha miro todo aquello con las mejillas ardiendo de vergüenza y pétalos de loto flotando a su alrededor pero sonriendo con cariño. Se sentía alagado y feliz, no solo de tener un lugar especial en la mente ajena, sino también de ser su protector.
... ... ... ...
El siguiente cuarto al que fueron tenía las paredes con ladrillos de piedra, luciendo como una parte de algún castillo, con algunas decoraciones de aspecto caro y antiguo, con unos muebles con alacenas, unas esferas transparentes y con una llama en su interior puestas allí, en fila.
-¿Un castillo?- Macaque enarco una ceja ante el aspecto del lugar, viendo de reojo al guardián que se parecía a Red Son.
-Es el hijo de la princesa, así que es un príncipe- sonrío enormemente, esperando que a su amigo le gustara el pequeño lugar que había hecho para él y sus recuerdos. La versión dorada de Red Son se les acerco, acunando entre sus manos una de aquella esferas transparentes y que parecían de cristal, la llama en su interior luciendo un poco más brillante que las demás. Macaque decidió acercarse esta vez, sus dedos rozando la superficie lisa, el recuerdo mostrándose.
-¡Red Son!- MK chillo al ver a su amigo, quien se sobresalto ante el repentino llamado y se volteo a verlo. El menor se lanzo a abrazarlo sin decir nada más, mostrando una gran sonrisa, apoyando su mejilla contra el hombro ajeno y tarareando ante la calidez ajena. Red Son murmuro algunas palabras entre dientes, con la punta de su cabello en llamas, pero movió lentamente los brazos para corresponder ligeramente el gesto, dando torpes palmadas a la espalda ajena.
Mientras tanto, en el exterior, el demonio a fuego miro apenado hacia otro lado, como lo había hecho el tercer príncipe. Estaba fascinado y feliz, MK era su primer amigo y Mei su primer amiga. Aunque jamás diría en voz alta estaba feliz de que ocupar un lugar tan especial en la mente ajena, sintiéndose alagado y cálido. Sonrío ligeramente, intentaría no ser tan gritón los próximos días y tan duro en los entrenamientos.
... ... ... ...
Volvieron al pequeño teatro, solo que el piso ahora estaba completamente limpio y en las gradas habían unas linternas que iluminaban el lugar, todas sanas y completas. Macaque dejo escapar un largo suspiro de alivio que no se dio cuenta que estaba conteniendo, sintiendo como se relajaba, viendo como el menor corrían con emoción hacia las linternas para revisarlas rápidamente. Sus recuerdos estaban de vuelta, sanos y allí, como la linterna que aun tenía abrochada a su cinturón.
-¿Todo bien?- Wukong se le acerco, enarcando una ceja, ligeramente curioso por la actitud ajena.
-Si, todo bien- asintió con una pequeña sonrisa. -¡MK!- llamo, el menor deteniéndose en seco para voltearse a mirarlo con los ojos bien abiertos. -Creo que solo te falta uno- desabrocho la linterna y la extendió, sonriendo ante el chillido ajeno.
-¡Mi recuerdo!- corrió, tomando la linterna con manos cuidadosas, sus sonrisa agrandándose ante su recuerdo favorito. -¡Gracias, Mac!- y corrió hacia la versión dorada de Macaque, quien se inclino ligeramente al verlo acercarse y movió la cola. -Aquí tienes, guardián Macaque~- extendió la linterna hacia su guardián, quien lo tomo para abrocharlo en donde pertenecía, el menor riendo alegremente cuando su guardián le dio una rápida caricia en la cabeza. Sus recuerdos allí estaban todos completos y en su lugar.
... ... ... ...
Esta vez estaban en una habitación que parecía el interior de un local de té, con sillas de aspecto cómodo y una mesa en el centro, muebles con las estanterías llenas de pequeñas y decoradas tazas para el té. La versión dorada de Sandy, con una versión dorada de Mo en sus hombros, los saludo mientras se acercaba para sentarse en una de las tantas sillas, dejando suavemente una pequeña taza sobre la mesa.
MK tarareo, sintiendo los grandes brazos de su amigo rodearlo, sin quejarse al ser alzado de repente con mucha suavidad. Levanto la vista, Sandy acunándolo contra su pecho y mostrándole una pequeña sonrisa, un gesto que apenas pudo devolver. Mo maulló ruidosamente, bajando de los hombros de su dueño y dejándose caer en el pecho del menor, quien no dudo en abrazarlo, enterrando sus dedos entre su pelaje. Se dejo acunar entre los brazos ajenos, acariciando al gato que ahora ronroneaba contra su pecho, sintiéndose vacío pero extrañamente reconfortado.
En el exterior, Sandy tarareo con una suave sonrisa, Mo ronroneando alegremente en su hombros. Se sentía alagado y contento, pudiendo ayudar a su amigo incluso si no era realmente él y era una versión de si mismo creada en su mente.
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Monkie Kid: Baku el devorador
FanfictionMK se ha vuelto el objetivo de un demonio hambriento, que esta dispuesto a lo que sea con tal de tener su banquete con ese chico como único y principal plato Aunque los demás no se quedaran de brazos cruzados, todo se por proteger a su amigo Solo se...