Ese cocktail no lleva Fresas ¿verdad?

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Ella le ha ido a buscar a la obra, y él le ha ofrecido ser su amigo porque no puede dejarla ir del todo

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Ella le ha ido a buscar a la obra, y él le ha ofrecido ser su amigo porque no puede dejarla ir del todo... mientras no salga con otros hombres no debería hacerse difícil tenerla cerca. 

Le ha preguntado por sus planes para esta noche y le ha dicho que no tiene nada.

Balca le convence para ir a un restaurante y acabar de cuadrar la nueva campaña de publicidad, la mesa en ancha y sigue sin entender los celos infundados de Eda respecto a la relaciones publicas, simplemente en tan adicta al trabajo como lo es él.

No le gusta el restaurante que ha escogido ella, es solitario e intimo. Pero la mesa en ancha. Piden el primer plato, la comida es exquisita. 

Y es entonces cuando la ve. Con un traje ajustado que resalta todas y cada una de sus curvas. Apenas le llega a medio muslo dejando patentes sus kilométricas piernas.

Y detras de ella, el agrio del príncipe Seyman... no entiende porque Eda no le ha dicho que seguía trabajando con él.  No son solo celos, ese príncipe no le provoca ningún buen sentimiento. 

Ella ha oido como Serkan invita a Balça a Paris y él lo ilusionada que está ella con el jardín del principe.

Serkan empieza a ponerse malo... ha pedido un cocktail  sin fresas asi que debe de ser que físicamente se pone malo por los celos....

Balça le toca la frente a Serkan acercándose a él. Eda baila con el príncipe agarrada a su cintura.

Aguanta para controlar lo que hace Eda, pero cada vez le cuesta mas respirar. 

Cuando Eda, la Sra. Semiha y el principe pasan por su lado siente la preocupación de Eda cuando se cruzan sus miradas, Eda puede ver la mirada asustada de Serkan. Justo entonces Serkan se desploma y Eda corre a su lado. 

La Sra. Semiha intenta apartar a Eda pero Eda le mira seria mientras palpa los bolsillos de Serkan, sabe que siempre lleva una jeringa de epinefrina encima...  y su curiosidad hizo estudiar como se ponía así que cuando la encuentra en el bolsillo de la americana tumba a Serkan que respira a duras penas, marca la cuadricula en su muslo y con toda su fuerza le da al botón contando mentalmente hasta diez. Tira el dispositivo y masajea la zona mientras llama a una ambulancia.

Su abuela, el príncipe y Balça miran sin moverse el proceso.

Eda mira a su abuela con los ojos llorando — ¡habrías dejado que muriera!— se levanta y se acerca a Balça, voy a ir contra ti con todo... que lo sepas....— se gira a su abuela— si me entero de que has tenido algo que ver olvídate de que existo. Y se han acabado todas tus amenazas. No me das miedo.

Para Eda no pasa el tiempo pero nota que Serkan respira mejor aunque sigue con los labios morados y las ojeras azules. Le toca la cara y está helado.

Llega la ambulancia y Balça intenta llevarse la copa del cocktail de Serkan pero Eda le mira — ni se te ocurra tocar nada. 

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