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Serkan no se esperaba encontrarse con ella durante el desayuno.... Su madre está intentando volver a unirlos....
Eda ha durado menos tiempo que el que el ha tardado en servirse el café, darle a ella las rodajas de pan sin corteza no ha servido para nada mas que para hacer que ella se viera mas dolida todavía y huyera para alejarse de él.
Serkan no tarda en seguirla.... Ella se ha acercado a las cuadras y acaricia a una yegua que acerca su cabeza a la mano de Eda.
Él pone una mano en el morro de la yegua que se arrima a él tambien.
¿Alguna vez te he hablado de ella?
No.... — le dice ella.
La escogí entre otras yeguas....pero ella no me quería— dice Serkan sonriendo con ironía y mirando a la yegua— ¿verdad? Al principio no me dejaba que me acercara, ni que la tocara ni que la montara....después, cuando empecé a sentir cierta conexión....intenté montarla...... y me tiró al suelo— Serkan no ha dejado de acariciar y mirar a la yegua.
¿Y ahora?¿ya le caes mejor?— pregunta ella
No.... Nadie puede montarla..... solo deja que te acerques— dice él que no ha mirado aun a Eda.— es salvaje..... y rematadamente terca
No sabes como quererla....— dice Eda mirando por fin a Serkan.
Él encuentra sus ojos — tampoco se deja
Es una lucha de miradas hasta que ella aparta su mirada de los ojos de Serkan y los lleva a la yegua.
¿Como se llama?— pregunta ella.
No tiene nombre.....— dice Serkan....
Voy con tu madre —dice ella de repente, no puede esta un minuto mas ahí.
Eda...— le dice él para que ella pare, no se quita de la cabeza la conversación del otro día con ella después de hablar con Efe.... — ¿a que te referías ayer? Lo de seguir con tu vida..... ¿significa que verás a otras personas?— pregunta él incapaz de mirarla a los ojos para que no vea el dolor que siente en todos y cada uno de las células de su cuerpo.
Ahora no quiero hablar de ello— dice ella acariciando a la yegua.— adiós bonita.
La voy a llamar Hada....— dice Serkan.
¿Hada? ¿No has dicho que te tira?¿que no deja que te acerques?— pregunta ella con una sonrisa irónica parando y mirándole de nuevo.
A las hadas hay que escucharlas.... A lo mejor es cierto que no se quererla.... Necesito que me ayude....que me de pistas... se que le gusto o no me dejaría acercarme a ella..... son mágicas.... No todos los hombres pueden tener a su hada.... Aunque sea rematadamente terca tiene que haber una forma de que ella entienda que me gusta, que la quiero y que quiero que me quiera.... A lo mejor el tiempo que le dedico no es suficiente.... A lo mejor ella está dolida porque me acerque demasiado y luego me aparté de ella por miedo a que me volviera a tirar.... — dice él sin apartar los ojos de ella.
