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Eda coge el sobre que le alarga Serkan... quiere ir a cenar con ella, quiere hablar, ha pujado el mismo para pasar una velada juntos.
Eda sube y mete el sobre en su bolso, les han dejado una habitación para utilizar de guardarropa, busca su bolso y mete el sobre. No sabe que abajo otros ojos han visto ese intercambio.
La velada es agradable y Eda se encuentra con los ojos de Serkan varias veces, ninguno de los dos puede dejar de buscarse por la sala.
Eda mira a Serkan cuando su madre les asigna los trajes. Menuda encerrona le ha hecho la Sra. Aydan. Serkan acompaña a Eda a la habitación llevando el traje y lo cuelga en un perchero.
¿Podras sola?— pregunta Serkan.
Serkan— le dice ella — me visto sola desde los 2 años... por supuesto que puedo sola... y si no, en las habitaciones de al lado están Melo y Ceren... puedes irte.
Prefiero ayudarte... este traje pesa mucho.— le sonríe él.
Serkan... — pide ella.
Dime que podemos arreglarlo Eda... ni un segundo he dejado de quererte. Se que debí decírtelo cuando me enteré, pero tuve miedo.— le dice Serkan.
¿Miedo de mi? No puedo entenderlo Serkan... éramos una pareja, se supone que las cosas pasas a hacerlas en tándem.... Para mi eso es una pareja, compartirlo todo.... No solo lo bueno, lo divertido y lo bonito... también los miedos y los problemas...— le dice ella mirando el reloj.
Aun tienes una hora... tienes razón, lo estropeé y no es excusa que luego quisiera decírtelo mil veces porque al final no te lo dije y te enteraste de la peor forma. No volverá a pasar. No puedo... no quiero sacarte de mi vida Eda...— le dice él.
Serkan... confié en ti... — le dice ella.
Lo se. Solo dame otra oportunidad... — le dice acercándose a ella y poniendo sus manos en la cintura.— vuelve conmigo Eda... sálvame de esta maldita soledad...
Ella le mira y le pone una mano en la mejilla.— te quiero Serkan...
¿Pero?— continua él.
El amor no debería ir pegado a los peros...— sonríe ella.
¿No hay un pero?— pregunta el esperanzado.
No hay un pero... solo una promesa Serkan Bolat... no mas mentiras, ni mas excusas como una adición al trabajo, solo la verdad...prométeme que no volverás a ocultarme nada... somos dos... dos iguales...— le pide ella.
Te lo prometo... ¿puedo besarte ya?— pregunta él.
Tengo que vestirme... — dice ella.
Bien... perfecto, te ayudo... por cierto estas preciosa de rojo Eda Yildiz.— le sonríe él atacando su boca.
Eda sonríe y le quita la americana
Eda estoy vestido para la fiesta....
Bien, no te preocupes, no vamos a tirar la ropa a la basura....solo la descartaremos para un momento.— le dice ella sonriendo.
