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Rosie

Estoy esperando afuera de Williams, me cambié justo antes de que Charles llamara porque tenía demasiado calor con mi uniforme. Veo a Charles dirigiéndose hacia mí.

–Hola Mon ange. –me saluda y me da un abrazo. Pasa mi brazo por el suyo y salimos del paddock –Jake dijo que estabas llorando antes, supongo que Lando no se tomó bien la noticia. –niego con la cabeza tratando de contener las lágrimas.

–Él no quiere involucrarse en esto. –Charles se ve furioso pero habla con calma.

–Me tienes a mí, no me iré a ningún lado y tendrás a todos los demás una vez que les digas. –intenta consolarme mientras nos acercamos al auto.

–Se sintió tan definitivo... –le digo y él asiente con la cabeza.

–Lo sé mon ange pero todo estará bien. –trato de sonreír y enciende el motor del auto.

–Espera, ¿dónde estamos yendo? –pregunto al darme cuenta de que nos quedamos en la pista.

–Solo espera. –me dice saliendo de la pista hacia Le Castellet pero continúa a través del pequeño pueblo medieval hacia la costa y estoy empezando a descifrar exactamente lo que está haciendo.

Llegamos a Port d'Alon aproximadamente media hora más tarde y Charles aparca el coche cerca de lo que parece una cala azul cristalina.

–Vamos. –me dice mientras salgo del auto y toma mi mano llevándome hacia la playa. Esta vista es impresionante y empiezo a sentirme abrumada.

–Charles... –le digo y él me sonríe.

Caminamos hasta que llegamos a la playa y nos quitamos los zapatos y me subo el dobladillo de los pantalones. Me sumerjo en el agua chirriando por el frescor de los dedos de mis pies. ¿Cómo sabía que esto era exactamente lo que necesitaba?


Charles

Se ve absolutamente impresionante y una parte de mí no puede creer que esté aquí conmigo. Sé que no estamos juntos y posiblemente nunca lo estaremos, pero adoro a esta chica y la protegeré cueste lo que cueste. Sus risitas me sacan de mis pensamientos y la veo bailando en las olas, le tomo una foto y no puedo evitar unirme a ella.

–Hace frío. –comento una vez que estoy en el agua junto a ella.

–Te acostumbras rápido. –comenta y me salpica la cara con una linda expresión.

–¡Oh, has comenzado algo que ni puedes terminar! –le digo y ella chilla antes de lanzarse entre las olas. Esto continúa durante unos minutos antes de que ambos estamos empapados. Se detiene y mira hacia el horizonte, su mano se mueve para descansar sobre su estómago. Ambos nos paramos, mirando el agua hasta que ella comienza a temblar.

–Vamos, sentémonos en la playa. –digo tomando su mano sacándola del agua. Ella apoya su cabeza en mi hombro.

–Gracias, necesitaba esto. –no puedo evitar sonreír.

–Siempre te encantó el mar. –comento.

–Es relajante, el sonido de las olas rompiendo en la orilla. –responde y asiento mientras un cómodo silencio nos rodea, ambos enfocándonos en las olas.


Rosie

Hemos estado sentados en la playa durante aproximadamente una hora y estuvimos hablando de cualquier cosa y de todo en general. Pero está empezando a oscurecer.

–¿Podemos regresar? –le pregunto.

–Por supuesto mon ange. –dice poniéndose de pie y tomando mi mano para ayudarme a ponerme de pie. Todavía me siento húmeda, pero es una noche lo suficientemente cálida como para que nuestra ropa se seque un poco.

My Best Mates Sister | Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora