My Best Mates Sister | Charles Leclerc

5.

Rosie

El almuerzo con Kelly fue más que encantador, me hizo darme cuenta de lo falsas que son algunas de mis supuestas amigas. Charlamos sobre la vida en casa y la vida en la F1, ella estaba más interesada en mí que en mi hermano y fue muy refrescante.

La tarde en el garaje pasó volando y antes de darme cuenta mi teléfono está sonando y veo que es Lando así que respondo rápidamente.

—Estoy afuera de la parte de atrás del garaje —me dice tan pronto como contesto.

—Ya voy, lo siento, no me di cuenta de la hora —digo mientras tiro rápidamente papeles y mi computadora portátil en mi mochila.

—Está bien, nos vemos en unos minutos —dice y cuelga. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que la mayor parte del garaje ya se ha ido, pero Adam todavía está jugando con los elementos del coche.

—Hasta mañana, Adam —le digo cuando paso junto a él.

—Adiós, Rosie —responde mientras camino hacia el paddock.

Veo a Lando de inmediato y me doy cuenta de que Elle está con él.

—Ahí estás —me dice sonriendo mientras me acerco.

—Perdón, estaba analizando los grados de los neumáticos y se me pasó el tiempo —y veo como Elle pone sus ojos en blanco—. Hola, Elle lo siento por no quedarme con ustedes anoche —pone en su cara lo que claramente es una sonrisa falsa.

—Está bien, Soph dijo que no te sentías al 100% —asiento con la cabeza justo cuando siento una presencia detrás de mí.

—Hola, Mon Ange —giro para ver a Charles regalándome una sonrisa.

—¡Hey! ¿Como fue tu día? —pregunto y veo a Emily con el ceño fruncido detrás de él.

—Sí, fue bastante bueno, ¿y el tuyo? No me digas que acabas de terminar —pregunta y Lando responde.

—Tuve que llamarla para recordarle que se encontraría conmigo —le dice a Charles y pongo los ojos en blanco.

—Trabajas demasiado, estoy seguro de que algunas cosas podrían haber esperado hasta mañana —Charles me dice estudiando mi rostro.

—Me gusta estar lo más preparada posible —asiente con la cabeza.

—¿A qué hora llegaste aquí esta mañana? —sé que está a punto de regañarme.

—A las 6 —murmuro y sus ojos se abren enormemente.

—Pero ahora son las 7 p. m., Lando por favor llévala a casa —me empuja hacia él.

—Ese era el plan —este bromea y toma mi mano—. Nos vemos mañana chicos —le dice al grupo.

—Nos vemos, me aseguraré de que no se quede hasta tan tarde mañana —Charles amenaza.

—Te prometo que no lo haré —digo saludando con la mano mientras nos alejamos.

—¿Estás bien? —Lando pregunta mientras salimos de las puertas del paddock.

—Sí, solo un día largo —me mira con sospecha.

—¿Pasó algo entre tú y las chicas? —hago una mueca.

—Nada importante, anoche solo hicieron unos comentarios sobre nosotros, por eso me fui a el hotel —me detiene.

—¿Qué dijeron? —me encojo de hombros tratando de disimular.

—Simplemente no pueden entender por qué querrías salir conmigo —sus rasgos se endurecen.

—Bueno, ¡Estoy malditamente seguro de que no quiero salir con ellas! ¿Están tratando de hacerse pasar por muñecas Barbie? —no puedo evitar reírme por ese comentario.