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                                                        Un año después.

Rosie:

–¡Charles, vamos, es hora de irse! –grito desde el pie de las escaleras.

–¡Relájate! Solo toma 10 minutos caminar a la fábrica. –me dice y tiro de mi polo rojo. Él baja las escaleras unos segundos después y me besa en la mejilla –¡Vamos Mon Ange! Es hora de que nos vayamos. –me río un poco por el hecho de que ahora me está apurando.

Salimos de nuestra casa y caminamos hacia la cafetería que visitamos todas las mañanas. Hemos tenido la rutina más linda desde que nos mudamos durante las vacaciones de invierno, vivir en Italia es una aventura completamente nueva para nosotros. Acepté el trabajo de Ferrari una vez que se confirmó la noticia de que George se mudaría a Mercedes, no había un puesto adecuado para mí en Mercedes, ¡así que aquí estoy en Italia! Maranello es la ciudad italiana más linda y, curiosamente, los lugareños dejan a Charles bastante solo aquí, aunque todos saben quién es.

Conseguir el puesto de ingeniero de carrera de Carlos Sainz era exactamente lo que estaba buscando. Charles quería que fuera la suya, pero pensé que si teníamos una situación extraña como la anterior, sería mucho más difícil trabajar juntos. Así que nos conformamos conmigo trabajando con Carlos en su lugar, lo que he estado disfrutando mucho hasta ahora. Nos llevamos bien y él trabaja muy duro para adaptarse al equipo como lo he hecho yo.

–¿Orden habitual? –Charles pregunta cuando llegamos al café.

–Sí, por favor, leche de avena ¿hoy si la tienen? –Él asiente y me da una sonrisa descarada mientras se dirige a la tienda. Saco mi teléfono y le envío un mensaje rápido a George para ver cómo se está adaptando, no lo veo ni la mitad de lo que solíamos vernos antes.

–Bien, terminaré en el simulador a las 5 p.m., ¿cuándo crees que terminarás? –pienso.

–Después de eso, volaremos a Mónaco mañana para la carrera, así que me aseguraré de que todo esté listo. –asiente con la cabeza.

–Pasaré por el equipo de ingeniería cuando termine y veré cómo les está yendo. –asiente y me da un beso antes de ir por caminos separados.

Me dirijo a mi oficina y siento la, ahora, familiar punzada en mi cadera, ha estado presente desde las pruebas de invierno, pero no he tenido la oportunidad de ir a ver al médico. Entro a la oficina y veo a Jake esperándome, le paso el Cannoli que le llevamos todas las mañanas.

–¡Buenos días! –lo saludo y él me sonríe.

–¡Gracias! Les dije a todos que vendría a buscarte, Adam está allí, listo para su reunión, así que sigamos adelante. –tomo mi computadora portátil y sigo a Jake fuera de la habitación. Él y Adam siguen juntos. Cuando me fui a Ferrari, Adam decidió venir también. Ha sido un regalo tenerlos a ambos aquí conmigo, me siento como en casa aquí.

Entro en el garaje simulado en el que practicamos paradas en boxes y veo a todo el equipo, puedo hablar italiano con fluidez, pero es más fácil para todo el equipo si hablo en inglés.

–Hola chicos, solo una reunión rápida hoy. –comienzo y veo el alivio en sus rostros. Rápidamente les informo a todos el plan para Mónaco y nos arreglamos.

[...]

Pasé un largo día en la fábrica y de hecho me siento aliviada de ver a Charles.

–Hola Mon Ange. –me dice y me levanto de mi escritorio.

–Oye, ¿cómo estuvo el simulador? –pregunto y él sonríe.

My Best Mates Sister | Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora