Capitulo 25. La llegada de la bruja.

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Han pasado dos semanas desde que Camie llegó a vivir a la mansión de los Bakugou, Katsuki había tomado esa decisión ya que la omega estaba desesperada por tener una casa para su hijo.

Bakugou aceptó ya que Camie le había dicho que ese niño que cargaba en el vientre era hijo suyo, no lo había querido molestar porque tenía miedo del rechazo de Bakugou, pero se había quedado sin dinero y al ver las noticias de esa mañana vio que Bakugou estaba aceptando al hijo que tenía con Izuku, así que ¿porqué razón no aceptaría a su hijo con ella?.

Katsuki no sabía que decir, estaba en Shock, solo acepto a que Camie pudiera quedarse a vivir ahí junto con su hermana Toga, y claro aceptar a su hijo y darle su apellido, después de todo ese niño no tenía la culpa de nada.

(...)

—¿qué pasa Kotarou?.- Kota había visto a su amigo triste desde hace unos días, se la pasaba pensantivo y ya casi no quería jugar.

—Me siento muy triste Kota.

—¿porqué?, es por lo de tu nuevo hermanito, pero estabas muy feliz por eso, ¿porqué estás triste?.

—Es que la señorita Camie trata mal a mamá.

—¿cómo que lo trata mal?.- Kota se sentó al lado de Kotarou para escucharlo con atención.

(...)

Katsuki había pedido a todos lo que vivían y trabajadores de la mansión estar reunidos en la sala, tenía una noticia importante que dar.
La sorpresa de todos fue ver a Camie entrar atrás de Katsuki.

—Escúchenme todos, Camie está esperando un hijo mío y por lo tanto se va a quedar a vivir aquí junto con su hermana y con todos nosotros, trátenlas bien por favor.- todos se quedaron sorprendidos con la noticia, Katsuki miró a dirección de Izuku y pudo notar que este tenía la cara pálida, y se le notaba nervioso y con cierta angustia.

Camie se acercó hasta Izuku, y sonriendo le susurró al oído.

—Ya estoy aquí Izuku, seguiré siendo la omega de Katsuki y muy pronto la señora de esta casa.- Izuku miró de reojo a Katsuki y después se fue de ahí subiendo las escaleras en dirección a su habitación.

Kirishima veía molesto a Camie ya que él logró escuchar lo que le dijo a Izuku. Katsuki dijo que se podían retirar y así lo hicieron todos, Denki miró a Kirishima asustado por no saber lo que pasaría ahora, Kotarou no entendía tampoco, Katsuki lo tomó en brazos y se lo llevó al jardín ahí le explicaría el porqué de la llegada a la casa de la señora.

Kirishima le pidió a Denki que se controlara y que se quedara en la sala él iba a hablar con Izuku.

—Izuku por favor no te puedes ir de aquí.- Kirishima rogaba a Izuku que se detuviera de empacar sus cosas pero este no hacía caso.—No Izuku, entra en razón no te puedes ir.

—Es que no puedo Kiri, de verdad me duele.

—No le des gusto a la señora esa.

—Es que no es de darle gusto o no, ¿te puedes imaginar lo que yo siento?.

—Claro que te entiendo yo también eh sufrido por amor.- Izuku tomó la mano de Kirishima, y ambos tomaron asiento en la cama.

—Es que no es fácil, ver qué van a tener un hijo esa me va a humillar todos los días si es posible. No puedo.- La voz de Izuku comenzando a tronarse, la garganta comenzaba a doler y le daba mucho coraje que esto estuviera pasando.-No puedo yo me tengo que ir de aquí. Y luego mi niño, Kotarou, ya no sé qué hacer.

—Es que en él tienes que pensar, el pequeño Kotarou está muy feliz de estar conocido a su papá y el verlos juntos lo estaba poniendo muy feliz. Por favor no te vayas Izuku.- Izuku lloraba con intensidad no quería nada de lo que estaba pasando.

—No puedo Kirishima, no puedo.- Kiri se acercó a Izuku y lo abrazó fuertemente, ahora necesitaría mucho apoyo emocional.

Las lágrimas pararon después de un rato e después de eso Izuku desempaco sus maletas, mientras Kirishima lo ayudaba a guardar sus cosas de nuevo.

—No puedo, mi niño también me necesita, no lo dejo, yo voy a estar aquí al pie del cañón por el.- Kirishima no entiendo muy bien lo que dijo pero le dio gracias a los dioses por eso.—Pero Kiri yo voy a necesitar un escudo de fuerza porque no voy a poder.

—Mira, por lo pronto puedes mantener tu distancia, hablar respetuosamente con Katsuki... Izuku cualquier cosa que necesites ¿sabes que cuentes con un amigo verdad?.

—si.- Kirishima abrazó nuevamente a Izuku, hasta que sintió la presencia de alguien entrando a la habitación.

—Vaya, no sabía que ustedes se entendían tan bien.

—¿porqué no tocas la puerta antes de entrar al cuarto de una persona?.- Pregunto molesto Izuku a Camie.

—A ver a ver, si te das cuenta que esta recámara está en mi casa. Y yo puedo entrar aquí cuando se me pegue la gana. Y no creo que a Bakugou le agrade que le cuente lo que acabo de ver, ¿no es verdad Kirishima?.

—A ver Camie, aquí no hay gestos románticos ni mucho menos amores prohibidos, Yo le decía a Izuku que él cuenta con todo y apoyo, ahora con su permiso yo me retiro.

—Como sea, Izuku acompáñame a mi habitación.

—¿Para qué?.

—Tú solo sígueme.- Izuku siguió a Camie hasta la habitación de Katsuki, no dijo ni una palabra en todo el camino solo observaba.

—¿qué necesitas?.

—No te e dado permiso para hablar, cuando yo necesite algo, te lo pido.

—Me acabas de decir que yo venga para ac-.

—Quiero que saques las cosas de mis maletas y las acomodes, claro tendrías que mover alguna de las cosas de Katsuki.

—Pero hay personas que pueden hacer eso yo no trabajo aquí.

—Izuku, yo puedo hacer que Katsuki te corra de aquí y te saque de su vida para siempre y no solo de la de él si no de la de tú hijo, y ambos te odien tanto que no quieran volver a verte, así que obedece o atente a las consecuencias.

Eso realmente asustó a Izuku y no le quedó de otra más que obedecer a Camie. Empezó a desempacar sus cosas y acomodaras en el closet.

—Es ropa muy fina Izuku, algo que jamás vas a tener en tu pobre vida.- Camie notó que Izuku no le prestaba atención y eso la fastidio.- No vas a seguir ¿peleando como gato?.

—No.

—Me da tanta pena Izuku, él la foto del periódico se miraban tan felices, parecían una gran familia de seguro llegaste a pensar que Katsuki te amaba a ti.- Camie se acosto en la gran cama de Katsuki y miró como Izuku seguía acomodando sus cosas.— Quiero que te quede bien claro quien va a hacer la omega de Katsuki, quien va a dormir con él todas las noches y lo mejor quien está apunto de darle un hijo, un hijo que si podrá ver crecer.

—Me queda claro señora.

—Katsuki es mío.

—Todo suyo.

—No me gustan tus ironías Izuku.

—Por eso mejor me callo.

Izuku estaba por tomar unas cajas pequeñas cuando en eso una de ellas cae al piso, se agacho para recogerla cuando vio el pie de Camie aplastando su mano.

—Tú estas en el piso Izuku, y ahora yo estoy muy arriba, que no se te olvide.- Camie se reía mientras aplastaba cada vez más la mano de Izuku, a Izuku solo le pudo venir a la mente su hijo con mucha fuerza quito la mano, se raspó pero se logró soltar del agarre.

Kotarou que venía en busca de su mamá vio todo desde la puerta abierta.

(...)

—Y por eso me siento muy triste.

—Es una bruja.- dijo Kota con enojo.- no te preocupes hermano nosotros la vamos a sacar de la casa y no va a poder hacerle daño a tu mamá.

—¿qué?, ¿cómo?

—ya verás tú déjamelo a mi.

Que Padre tan Madre. (Katsudeku-omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora