CAPITULO 01

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Krestell

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Krestell.

Ser valorada en lo que hago era lo que necesitaba, no ser reconocida por todos, pero sí reconocida en lo que soy buena y dedicó mi empeño, y era más que obvio que aquí no podía encontrarlo. No es que en mi actual empleo me sienta incómoda o algo por el estilo, es solo que no valoran lo que hago y eso me decepciona un poco.

Un cambio de aires es lo que necesito, es lo que mi ser y mi cuerpo piden a gritos y es lo que justo me voy a dar.

—Aquí tienes estos cuatros tomos para que los corrijas—mi jefa, Barbara Drake entra en mi pequeña oficina y me pasa la tableta con lo que son los tomos que acaba de mencionar—. Los necesito listos para el final de esta semana.

Barbara Drake, una mujer con un carácter pésimo y muy egocéntrica es mi jefa desde hace  tres años en los que no ha cambiado para nada. Al principio era dulce y encantadora, pero con el paso de los meses en los que iba conviviendo en el trabajo fue mostrando la verdadera cara que en realidad poseía. una mujer mal educada y que no valora el trabajo y esfuerzo de sus empleados, los muele hasta más no poder para sacar todo el provecho de ello y solo beneficiarse a sí misma y eso era algo de lo que ya estaba harta.

Nunca he sido una mujer de rendirme pero sé que lo que haré a continuación no es rendirme, es darme mi valor como persona y como profesional.

Tomo la tableta en mis manos y tecleo revisando los tomos, luego poso mi mirada en ella. Dejo la tableta a un lado y me levanto de mi silla giratoria para enfrentarla. Esto se acaba hoy.

—No.—es lo que digo—No corregiré estos tomos.

Ella suelta una risa ladina y me mira con cierta molestia.

—Que cosas dices, Robins. Sabes que puedo despedirte—masculla entre dientes.

No habrá nada que me quite la maldita idea de irme de aquí. Merezco algo mejor que esto y yo sola lo voy a conseguir una vez que me valla de aquí.

Pongo mi mirada firme al igual que mi decisión y la vuelvo a enfrentar.

—No hace falta—le doy una sonrisa ladina—Yo renunció.

El color desaparece de su cara y una sonrisa retorcida y triunfante se instala en mi rostro. Esta más que obvio que no se lo esperaba pero que gusto me da que se valla haciendo la idea porque esto ya no lo soportaré más.

—¿Que cosa haz dicho?—traga en seco y yo río internamente.

—Que renunció. ¿Que? Esta sorda o le hace falta que le destape los oídos. Renunció— repetí casi deletreándole la palabra.

—T-Tú no puedes...renuncias así nada más...—tartamudea.

—Perdón. ¿Que no puedo dice?—bufo—pero si ya lo hice.

>>> Ahora si me disculpa, tengo que recoger todas mis cosas e irme a casa a pasar tiempo en familia así que hágame el favor de salir de lo que mates era mi oficina y dejarme sola. Se lo agradecería mucho.

LITTLE SECRET [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora