CAPITULO 02

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Krestell

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Krestell.

Cuando abro mis ojos la gran luz blanca que logro ver un poco borrosa me molesta y hace que mi cabeza duela un poco más allá y que mis oídos obtengan un pequeño pitido que hace que me maree en mi lugar.

Santo Dios pero ¿que me pasó?. 

Si te lo digo no me vas a creer...

Mejor no me lo digas, déjame descubrirlo por mi misma.

Cierro y abro mis ojos repetidas veces para que puedan acostumbrarse a la luz.

Estoy en el hospital. Santo cielo ¿como es que termine aquí?

Y ahí es cuando todos los recuerdos vienen a mi mente como si fueran en cámara lenta.

No puede ser.

Creo que si puede ser.

Aun todo dándome vueltas hago el ademán de aferrarme a las sábanas de la cama de hospital en la que me encuentro para levantarme un poco pero mi vista se posa en el hombre que me está dando la espalda con las manos dentro de los bolsillos de su liso y bien planchado pantalón de ceda; con la mirada perdida en la ventana mientras que su saco reposa en uno de los muebles de la habitación.

¿Por qué diablos se veía tan bien de espaldas?

Mmm...interesante...

Yo no acabo de pensar eso.

Claro que no.

Amo tu sarcasmo, conciencia.

Gracias, gracias.

Intento hacer el menos ruido  posible pero  cuando continuo con el ademán de levantarme utilizo mi mano derecha para hacerlo pero emití un gemido de dolor atrayendo la atención del hombre en la habitación. Mi intravenosa se había movido un poco en su lugar.

Maldije por lo bajo con una mueca de dolor en mi rostro.

El hombre se da la vuelta al escuchar mi gemido y camina hacia mi un poco apresurado colocándose a mi lado.

¡Jesús! Me iba a dar algo con solo tenerlo a unos pocos metros de distancia.

Demón.

Sinceramente, no esperaba que a la persona que iba a evaluar hoy para ver si obtendría el puesto fuese ella. No me pasaba por la cabeza el nombre de esa mujer de la cual me enamoré cuando apenas era un crío. A la cual prometí hacer feliz a pesar de la pequeña infancia que tuve. A la mujer que alguna vez creí que era mi vida. Que era mi todo. Pero también a la mujer que hace cinco años atrás me partió el corazón en mil pedazos justo lo mismo que yo hice con el suyo pero sabía que eso era algo que no me atrevería a admitir en voz alta jamás. Jamás en mi vida.

LITTLE SECRET [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora