Capítulo 9

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Jungkook

El excelente y agradable clima que vi desde la ventana por fin aterriza de forma directa en mi piel mientras transito por las calles. He recorrido este mismo camino innumerables veces en los últimos años, sin embargo, esta vez todo se percibe totalmente diferente, y sé muy bien que toda esta sensación se debe a la compañía a mi derecha.

Park Jimin.

Nunca me imaginé que le vería de nuevo. 

Toda esta situación sigue pareciéndome irreal. Mi mejor amigo, quien me dejo hecho un desastre cuando se fue, ha vuelto y no solo eso... sino que ahora vivirá conmigo. Podría jurar que aún me siento dentro de un sueño, esperando que alguien me pellizque y todo desaparezca y se desvanezca de mi mente. Joder... hasta le había olvidado por triste que suene. Tantos años extrañándole y después... yo tan solo conseguí distraerme y empece a olvidarlo. Quizás por eso me es tan difícil apartar mis ojos de él, no puedo creer que este aquí a mi lado.

Pero esta aquí, caminando tranquilamente junto a mi, distando mucho físicamente del niño que fue en el pasado, lo cual me hace confundir aun mas. Entre mas lo observo, mas detalles increíbles encuentro. 

Hace 6 años Jimin tenia un rostro redondo relleno de mejillas regordetas y adorables, su cabello era castaño y sus ojos se ocultaban tras unas enormes gafas de marco pesado que siempre se deslizaba por su pequeña nariz, en realidad recordaba sus ojos negros, también lo recuerdo mucho mas bajo y algo torpe. Ahora todo lo que veo me deja sorprendido, su rostro por ejemplo esta cincelado con ángulos firmes y compactos pero su piel luce tan suave que crea una especie de ilusión de texturas. Ademas, su cabello dorado le agrega a su rostro un toque cálido y brillante que acentúa sus ojos que son de un llamativo tono-

—¿Jungkook? — mi pequeña admiración se ve interrumpida por su voz y cuando me percato de lo que estaba haciendo devuelvo mis ojos a la calle.

Joder, esto es difícil... casi parece un extraño.

—¿Si? —mi voz sale algo ronca por el imprevisto.

—Creo que ya pasamos esta calle dos veces —comenta Jimin un poco divertido y alzo enseguida mi rostro observando la calle.

—¿Eh? — me detengo y miro alrededor. —Mierda, es cierto... no es por aquí. —comento estupefacto haciendo reír a Jimin. —Es por aquí, ven —le indico rápido tomando su brazo halándolo en la dirección correcta para arrancar a correr. Demonios, Yoongi me va a matar.

—¿Es necesario correr? — me pregunta divertido.

—Lo es, créeme. Una vez que conozcas a Yoongi, entenderás por qué —le respondo sin voltear a verlo mientras recorremos la calle, solo espero que mi amigo gruñón no enloquezca por traer compañía y no avisar con anticipación de esta. Porque Taehyung evidentemente no lo hizo.

— ¿Cómo conocieron a Yoongi? — me pregunta por lo que bajo el ritmo.

— Es del instituto. Nuestra banda es... bueno la de ellos... — vuelvo a comenzar tratando de explicarlo mejor — a los alumnos nos piden entrar a algún club que sea de nuestro interés, es obligatorio. Tae y Yoongi están en el club de rock, yo estoy en el club de natación. — mis ojos se vuelven a poner en él y observo como algunos mechones se atraviesan en su rostro cubriendo sus ojos y él los hace a un lado con su pequeño dedo.

— ¿Por qué no estas en su mismo club? — pregunta mirándome directo a los ojos. No se porque razón siempre los recordaba mucho mas oscuros y ahora lucen del color idéntico de la miel. ¿Es por su cabello rubio?

— Solo me gusta mas ejercitarme, igualmente no compito... ademas ellos ya están completos en la banda, solo que no se llevan muy bien con el vocalista, por eso siempre están molestando con que me una a ellos, pero no quiero... —suspiro— aunque como podras haberte dado cuenta, eso es algo que Tae no parecer entender —Jimin suelta una risa y su ceño se frunce.

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