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Capítulo 21

Jungkook

— Bueno... nos vemos — se despide Taehyung una vez llegamos a la bifurcación de la calle en la cual se dividen nuestros trayectos a casa. Jimin le sonríe y Tae le revuelve el cabello rubio desordenándolo y haciendo que algunos mechones se vayan hacia sus ojos, después le aprieta una mejilla. — Mas vale que te vuelvas mas feo mañana, eh. Me estas quitando atención — ruedo los ojos y Jimin solo se ríe empujándole.

— Adiós, gruñón — me dice al tiempo que me da un puño en el brazo.

— Hey ¿por qué me pegas a mi y a él no? — me quejo sobando la zona.

— Porque tú eres tú y él es él.

— Vaya... no encuentro fallas en su lógica — se burla Jimin pero después el puño de Tae se avienta a su brazo.

— No me tientes, Park. — le amenaza mostrando sus dientes como si fuera alguna clase de depredador y después se gira y se va.

— Me esta empezando a preocupar. — suspiro viendo su espalda desaparecer por la acera. Escucho reír a Jimin y vuelvo mi vista hacia él.

— Dicen que somos parecidos a las personas con las que compartimos mucho tiempo. Tú también eres bastante peculiar. —  se burla. ¿Eh? ¿Pero y este quien se cree?

— Si por peculiar te refieres a encantador o perfecto, estoy de acuerdo —  me encojo de brazos y Jimin rueda sus ojos miel.

— Sí, claro... eres todo eso y mucho mas. ¿No quiere que lo lleve el resto del camino en mis hombros, señor? — pregunta divertido acercándose fingiendo hacer una reverencia —  ¿O bastaría con que me tire en el suelo para ser su alfombra roja, mi rey? — sonrío con sorna.

— Detente Park... estas yendo por el camino equivocado — le advierto acercándome a él de la misma forma — Lo que estas diciendo me esta gustando mas de lo que piensas — le digo mirándolo desde arriba. Y veo como sus ojos se abren y se quedan congelados mirando los míos.

Observo su rostro de nuevo de forma detallada... no sé porque sus rasgos me parecen tan interesantes. Ha cambiado demasiado, todo el tiempo trato de llenar mis recuerdos de él con estos ojos claros, luminosos y cálidos. El Jimin del pasado estaba escondido bajo unos enormes lentes y es por eso que ahora todo lo que puedo ver son sus ojos con aquella forma peculiar que se ocultan cuando sonríe.

— No soy bueno en concursos de miradas — suelta después de unos segundos parpadeando y mis ojos bajan a sus mejillas levemente sonrojadas.

— Nadie estaba haciendo un concurso — carraspeo retirando la mirada. — Pero tranquilo, estoy acostumbrado a que se queden cautivados en mi belleza — presumo viéndole de reojo y consiguiendo lo que quiero: hacerle reír. 

— Dios...

— Entonces hiciste varios amigos — comento retomando mis pasos, Jimin me sigue.

— Eh... sí, supongo... hable con varias personas y tengo el numero de otras — se ríe un poco avergonzado — No sé porque me dieron su numero.

— Hmm no sé ¿quizás por qué quieren hablar contigo? 

— Vaya... — me mira con ojos abiertos — nunca lo hubiera pensado, gracias — contesta sarcástico y niega con la cabeza — Me refiero a que no sé por que recibo tanta atención, tampoco es que me guste... espero que todo vaya cesando al pasar los días — volteo a verlo de nuevo y le veo viendo hacia el suelo mientras camina — No quiero cometer una error y que todos estén viéndome hacerlo.