Capítulo 12

438 90 69
                                    


Cuatro días después.

Jimin

Sexto día de vuelta en Corea del Sur, y aunque me sigo despertando con una sensación agradable y acogedora al estar de nuevo aquí con la gente que quiero, justo ahora me encuentro en una situación bastante incomoda que tiene a mi cuerpo totalmente apartado de la tranquilidad.

Sí... entrenemos juntos. Fue lo que respondí en un aparente estado de locura, inconsciencia y estupidez. Porque no tiene otra explicación el hecho de que yo mismo me haya llevado a esta tortura... no hay otra justificación mas que mi gran masoquismo.

Quizás no solo nací para sufrir, sino que también me gusta. Soy un idiota.

Habían pasados algunos días en que le había visto seguir entrenando solo en su habitación por lo que suspuse que se había olvidado de mis palabras para mi alivio. Pero esta mañana un Jungkook sonriente toco a mi puerta totalmente energico y como siempre no pude negarme.

— Listo —  emite Jungkook con voz agitada levantándose del banco inclinado. Su maldita camisa gris esta empapada de sudor, lo que hace que la prenda se adhiera a sus pectorales con firmeza y yo ruego por clemencia a quien quiera que me escuche allí arriba. Preferiría que hubiera un incendio en algún lugar cercano que seguir un segundo mas aquí. ¿Por qué precisamente hoy nadie hace un escandalo afuera o alguien entra por esa puerta pidiendo ayuda? alguna cosa. Mis ojos no se pueden despegar du pecho y eso me empieza a asustar.

Solo puedo agradecer que no haya un maldito espejo aqui que compare las dimensiones de nuestros cuerpo porque mierda, una cosa es ver a alguien fuerte y musculoso en televisión o a lo lejos en el gimnasio, pero es totalmente diferente estar tan cerca de alguien a quien literalmente se le marca cada surco entre sus musculos.

Estoy haciendo todos los ejercicios en poses totalmente incomodas, porque el peso que maneja este hombre es una absoluta barbaridad, sin embargo aqui me encuentro... aumentando a gran escala las posibilidades de sufrir una lesión solo porque no quiero admitir que el peso es demasiado para mi y así entorpecer su entrenamiento. Eso, Jimin, haz lo tuyo... pon a los demas por encima de ti, como siempre. Choco el puño conmigo mismo en mi mente por el buen chiste que solo yo entendería.

¿En qué demonios estaba pensando?

— ¿Jimin? — su mano se posa en mi hombro llamando mi atención y yo solo giro mi cabeza en su dirección aun mirando el suelo — Ya termine aquí, puedes usarlo.

— V-vale — respondo como un jodido subnormal aun mirando a la izquierda con temor. Dios santo... definitivamente los mas desgraciados en este mundo somos los que no tenemos malditas neuronas para decir no. Jungkook solo se ríe y siento su mirada sobre mi cara sonrojada.

— Te noto un poco perdido ¿necesitas mi ayuda en algo? — Dios santo, ¿este tipo quiere matarme? lo ultimo que necesito es que mire con atención como estoy luchando por mantenerme vivo con este entrenamiento.

— Eh no, no — tomo el valor de alzar mi ojos a su rostro topandome con la imagen de su cuello brillante en sudor y de la fuerte linea de su mandíbula mientras jadea cansado. Suelto una risa nerviosa. De verdad... siento que Jungkook esta desperdiciando su vida, ¿no debería estar modelando en Calvin Klein o algo? — Ha pasado bastante tiempo desde que me ejercito, eso es todo... — comento carraspeando. 

— Bueno... pero supongo que no tanto.  Estas bastante en forma — dice bajando sus orbes oscuros hacia mi hombro dándole un apretón mientras grito por auxilio en mi interior, mis brazos estan temblando del agotamiento.

Modoru 戻る KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora