Modoru 戻る KOOKMIN

Capítulo 35

Jimin

— Por ti — mi corazón se hunde por completo cuando pronuncia aquello y no encuentro la forma de pronunciar algo, solo tartamudeo algo incomprensible mientras sus ojos me miran con tanta intensidad que mis piernas tiemblan contra el suelo. —Taekwondo también lo hacía, incluso deje de jugar algunos videojuegos porque todo lo que lograba era entristecerme y acabar llorando — El hundimiento en mi pecho se transforma en vacío cuando veo la sinceridad en su rostro.

— Kook...

— Sé que es patético pero-

— Cállate, no lo es — Antes de que pueda siquiera pensarlo me pego a él lo máximo que puedo juntando nuestra cabezas, entra a mi cuerpo una frustración gigante al verlo tan vulnerable ante mi y mi organismo entero ruega por abrazarle — Yo también te extrañe cada maldito día — incluso yo soy capaz de escuchar como mi voz de rompe al decir aquello y me ordeno calma para seguir hablando — Japón fue una mierda, Jungkook, no solo porque papá murió, todo fue una absoluta mierda, el primer año me pude distraer pero el resto de tiempo solo extrañaba todo esto jodidamente mal. — Cuando los recuerdos arremeten sobre mi siento que me debilito y arrastro mi mano hasta su cuello anclándome a él. El llanto, la desesperación y la incertidumbre que viví allá no se la deseo a nadie. Me sentía jodidamente perdido y cuando Jungkook y Tae llegaban a mi mente mis ojos siempre se nublaban. Me sentía tan solo. 

Su mano toma mi camisa y me pega mas a él sorprendiéndome. Mi piel arde ante la cercanía. Me sentía frio envuelto en mi pasado y de repente siento que hiervo por dentro cuando me doy cuenta de nuestra proximidad y él susurra a milímetros de mis labios:

— ¿Q-qué sucedió? — su voz ansiosa penetra mis barreras, sus ojos hermosos y enormes me atrapan en su oscuridad. Me siento tan débil ante este chico... siento que no hay una persona que me conozca mejor que él, siento que parte de lo que soy se lo debo a él. Hay partes de mi que tienen la marca del chico frente a mis ojos. Si tan solo él lo supiera todo...

— Papá-

— ¿Chicos? — la voz de Taehyung suena por el pasillo y por un momento me quedo congelado antes de echarme hacia tras con miedo. Mi piel es atravesada por una corriente de energía que se convierte en un escalofrío cuando estoy de pie y miro a Jungkook sentado.

Joder, tiene que dejar de mirarme de esa forma. He perdido la cuenta de la cantidad de veces que he estado a punto de explorarle de cualquier forma. Sus ojos me miran con una plegaria en el interior antes de inclinar su cabeza hacia abajo y ocultar su expresión. Su brazo esta extendido y su muñeca descansa sobre su rodilla, sus piernas están abiertas y hasta ahora me doy cuenta que yo estaba entre ellas y el pánico me cierra la garganta.

Inseguro de que hacer a continuación me alejo a pasos rápidos y paso por el lado de Tae entrando a la sala, cuando llego al trípode de la guitarra la tomo con rapidez y me la ubico. Cierro los ojos y suelto un suspiro que hace temblar mis labios un poco. Cuando los abro lentamente veo a todos mirándome.

— ¿Qué? — pregunto a la defensiva.

— Nada, nada — contesta Hoseok levantando las palmas de sus manos, me quedo mirándolo y cuando me giro de nuevo lo escucho susurrar — Mierda, ¿también se enteró de lo de caso cerrado o qué?

— Ay Jung... eres tan idiota — dice Yoongi negando con la cabeza. 

— ¿Entonces Jungkook cantará? — la voz de Eunwoo me hace elevar mi cabeza enseguida recordando su presencia y sintiéndome como un imbécil de inmediato.

— Oh sí, eso creo... es su decisión, quizás le tome un poco de tiempo pero-

— Lo haré — la voz de Jungkook me congela y por un momento desearía ser malditamente ciego para no ver su irresistible presencia. Tiene el cabello revuelto como si lo hubiera despeinado frustrado antes de venir. ¿Lo tenía así hace un momento?