cuatro

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Taehyung no estaba seguro de qué esperaba, pero estuvo gratamente sorprendido cuando por fin hallaron a Jungkook y Dawon, ambos a un costado observando el proceso de emergencia que los médicos realizaban en el muchacho que había salido peor del juego. Jeon lucía algo preocupado a pesar de ser quien en gran medida había causado las heridas en el alfa.

—¿Cómo está Jaeyong? —preguntó Hoseok a un volumen moderado de voz para no distraer a quienes atendían al chico.

—Lo estás viendo —dijo Dawon con una mueca que pretendía ser una sonrisa triste—. No se ha desmayado, está resistiendo bien, seguro podrá participar en otras actividades menos riesgosas en lo que queda de la semana.

—Ah, Kook —exhaló Hoseok dándole un manotazo en la espalda que le sacó el aire de los pulmones al nombrado—. Deberías ser más considerado con los jóvenes, ¿qué no sabes contenerte?

—Estará bien —resopló Jungkook—. Es fuerte.

—Sí que lo es, vi como enterrabas tus dientes y garras en él y aún así seguía levantándose. Debió llamar la atención de al menos un par de omegas —dijo Hoseok recreando con sus manos la escena que relataba—. Estas nuevas generaciones... diecisiete años y tan tenaces.

—Ni que lo digas —suspiró Dawon cruzando los brazos sobre su pecho. Taehyung contempló disimuladamente la piel de su torso que la tela abierta dejaba a la vista. El sujeto se veía joven, calculó que debía estar entre sus dieciocho o diecinueve—. Si un alfa primerizo hubiese hecho de líder, no sé cómo habría contenido a este idiota.

—No soy un monstruo —alegó Jungkook con un aire divertido—. Ser tomado a la ligera es mucho más humillante, apuesto que prefieren cien veces que vaya en serio.

—No lo sé, eh, pensé por ser amigos me tendrías piedad —bufó Dawon alzando su brazo derecho para mostrar los vendajes.

—Eres un llorón —dijo Jungkook virando las pupilas.

—Ah, ¿sí? —Dawon se volteó y bajó su ropa para enseñar su espalda ancha y los parches cubriendo su maltratada piel. Jeon chasqueó la lengua.

—¿Ahora eres la víctima? Yo también tengo de esos por tu culpa —declaró Jungkook. Los tres se veían entretenidos en su espontánea charla, pero entonces la nariz del pelinegro olfateó el aire un par de veces y se volteó hacia Taehyung, eso le aclaró al omega que de hecho sí estaba en su ciclo de calor. Fue impresionante que el alfa lo detectara por encima del potente olor de la sangre que impregnaba el lugar.

—Cierto, estos son Hyunjin y Taehyung del clan Kim —los introdujo Hoseok, apuntándolos en el orden correspondiente—. Esta es la primera semana de cortejo de Hyunjin y está interesado en "captura y defiende", ¿qué tienen para decirle ustedes?

—El equipo es lo primordial —opinó Dawon con el rostro serio y evidente convicción en la voz—. Tienen que confiar plenamente en el líder y sus decisiones para mantener la armonía y que los planes den resultado, incluso si dudan. Estar al pendiente de las señales internas y haber aprendido unos que otros códigos secretos en caso de imprevistos.

—Sí, saber las fortalezas y debilidades del equipo es imprescindible para darle el rol adecuado a cada quien. Eso puede cambiarlo todo, así que deben hacer una evaluación objetiva y minuciosa —concordó Jungkook, cabeceando afirmativamente a las palabras de su antiguo rival—. Todos los integrantes deben estar sumamente atentos al lenguaje del grupo contrario y su formación para predecir sus movimientos y elaborar un contraataque que derribe su organización. Te recomiendo observar un par de juegos para practicar tu lectura del enemigo.

indómito | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora