indómito | kooktae

cinco

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Una de las muchas cosas que a Taehyung le gustaba de la semana de cortejo, era que no tenía que sentarse a desayunar con su padre debido a que este debía levantarse más temprano para organizar los eventos, aún tenía que convivir con él en los almuerzos y cenas, pero dos encuentros eran mejor que tres.

—Suerte hoy, Jinnie —dijo su madre luego de que todos habían acabado su comida—. Iré a verte jugar, espero que no te avergüence.

—Está bien, voy a honrar a nuestra familia —contestó Hyunjin con una sonrisa soberbia, pero Taehyung sabía que su hermano, en el fondo, estaba nervioso.

—Entonces yo igual voy —comentó Jaehyun.

—Tienes una familia que te apoya tanto, Hyunjin —exhaló Taehyung estirando un brazo para palpear el de su hermano—. Yo estaré criticándote en las gradas también.

Aunque no se presentaría únicamente para hacerle porras a su familiar. No tenía idea de cómo Hoseok había planeado su reunión con Jungkook, pero confiaba en él, así que creía firmemente que no lo defraudaría. No es que Taehyung quisiera arrastrarse por la atención del alfa, pero había concluido que si no quería sufrir la humillación de un rechazo cuando tenía cierta competencia, tendría que poner un poco de esfuerzo, al menos en su apariencia, porque no se obligaría a actuar de alguna manera para gustarle. Esa era la razón por la que se había puesto prendas una pizca más coloridas que las sobrias marrones que prefería, mantuvo la parte superior blanquecina con un par de detalles y la tela de la inferior teñida de rojizo. Para terminar con su apariencia, había optado por amarrar el cabello de uno de los costados de su cabeza en una trenza. Nada muy extravagante, pero sentía que bastaba para resaltar su belleza natural.

Se levantó de su asiento y buscó el reloj péndulo colgando en la pared, aún quedaba tiempo para que "captura y defiende" iniciara hoy, así que podría ir a otra actividad hasta que llegara el momento. Con eso en mente, empezó a recoger la mesa con ayuda de su madre y despidió distraídamente a sus hermanos cuando estos anunciaron su salida. Caminó hasta la cocina para dejar los platos, sin pasar por alto la mirada furtiva que su madre llevaba dedicándole desde que comenzó el día.

—¿Irás con tus amigos, cielo? —preguntó ella, ocupándose de lavar los trastes junto a él. 

—No... bueno, algo así, veré a Hoseok —reveló, no tardó en notar la amplia sonrisa en boca de la mujer.

—Hace bastabte que no escucho de él —suspiró su progenitora—. ¿Tiene un omega ya? Por supuesto que debe tenerlo, es un muy buen partido como para mantenerse soltero.

Teahyung bufó y rio por lo bajo, sabía que Hoseok había sido uno de los candidatos a yerno favoritos de su madre, no era de extrañarse; era un alfa agradable, educado, atento y de un buen clan, casi siempre congeniaba con todos. Era una situación hilarante para él cuando, para empezar, nunca había sido novio de Hoseok. Le gustaba así, pensó desde el primer momento que encajarían mucho mejor como amigos que como amantes y creía tener razón.

—Sí, lo tiene —confirmó y enarcó una ceja cuando la omega mayor entrecerró los ojos—. ¿Qué?

—¿Por qué estás arreglado para ir a reunirte con un alfa tomado? Por favor no me digas que...

—No es nada de lo que piensas, ¿bien? —interrumpió la oración, no queriendo oír sus conjeturas—. Solo me peiné un poco, má, no es la gran cosa.

Confiaba en su madre, de verdad, su relación con ella había tenido altos y bajos como cualquiera, pero al final seguía ahí para él, apoyándolo y siendo su hombro para llorar. Sin embargo, decidió no hablarle sobre Jungkook, era solo una precaución, era consciente de que sus padres tenían un lazo fuerte y no quería arriesgarse a que, temiendo por la dignidad de su hijo, Gaeul le advirtiera a su esposo de sus planes, tampoco quería causarle problemas si es que terminaba emparejándose con el Jeon y su padre la confrontaba por no contarle del asunto. La mujer lo observó con claro escepticismo, pero no insistió al respecto, respetando su privacidad.