Los vientos otoñales están suspirando

XXV. El ajuste de cuentas

El escudo de jade golpea justo a tiempo para desviar un feroz golpe de garras malvadas, pero el impacto del golpe hace que Zhongli retroceda medio paso a trompicones.

—Ten cuidado, Tartaglia —grita el adeptus, sacando su lanza hacia adelante para su propio contraataque—. Son mucho más fuertes que los hombres con los que hemos luchado anteriormente.

—¡No tienes que decírmelo dos veces! —Tartaglia grita de vuelta. Se agacha justo a tiempo para evitar el golpe que podría haberlo decapitado si hubiera sido más lento. Salta hacia atrás y trae sus espadas ante él en una posición defensiva—. ¿Dime, Zhongli? ¿Puedes invocar otro meteorito de nuevo?

—No quiero arriesgarme a sumergirme más en mis reservas, no cuando estoy manteniendo los escudos para todos nosotros —Zhongli empuja su lanza hacia adelante y la apuñala en el vientre de un monstruo cercano. La criatura retrocede ante el golpe, pero recupera el equilibrio rápidamente y se lanza hacia adelante, acuchillando salvajemente. Zhongli salta hacia un lado y blande su arma, golpeando a la abominación en la rodilla y haciéndola perder el equilibrio.

Tartaglia se agacha y da un gran golpe a la pierna del monstruo frente a él. Ignora la ligera cedencia de la piel gruesa y, empujando contra el mango de su espada corta, arrastra su hoja a través de músculos, tendones y huesos hasta que la hoja sale por el otro lado en un chorro de sangre negra. El monstruo cae al suelo con un ruido sordo y levanta una ola de rocas y nieve al impactar. La extremidad cortada permanece de pie por un rato antes de caer al suelo de costado.

Pero el resto del monstruo no parece afectado por la pérdida de su extremidad; rueda sobre su vientre, un poco torpemente, y al hacerlo, mancha más de su sangre oscura por todo el suelo, pero una vez que está boca abajo, procede a arrastrarse hacia Tartaglia, lento y constante. Tartaglia se lanza hacia la criatura que se arrastra y cae, y con un golpe hacia abajo, entierra sus espadas a través de su cráneo.

La criatura a la que acababa de apuñalar se quedó quieta durante un breve segundo. Luego, continúa arrastrándose hacia él.

Qué mierda.

—¡Apuñalarlo en la cabeza no hace nada! —grita Tartaglia. Luego, después de haber registrado las palabras de Zhongli, pregunta—: Espera, ¿qué quieres decir con mantener los escudos para todos-oh.

En su visión periférica, ve el brillo idéntico del oro que rodea a sus hombres aún atrapados dentro de las paredes de energía. Los monstruos se han reunido alrededor del grupo y están arañando el escudo con furia enloquecida, sus golpes se desvían contra él en fuertes tintineos como si el metal golpeara contra el vidrio. Mientras tanto, sus hombres montan guardia, sus expresiones sombrías y sus armas desenvainadas.

Tartaglia no tiene idea de si las paredes de energía que atrapan a sus hombres detendrán a los monstruos, pero no cuenta con eso, lo que significa que el escudo de jade es probablemente lo único que mantiene a raya a esas criaturas. Y en el momento en que caiga el escudo de jade, no hay duda en la mente de Tartaglia de que sería una masacre total y absoluta. Simplemente hay demasiados monstruos para que sus hombres los manejen.

Tres escudos mantenidos a perpetuidad más el meteorito que Zhongli acababa de invocar y las millas de caminos que había construido. El hecho de que Zhongli pueda hacer todas esas cosas sin su Gnosis ya es asombroso, pero Zhongli debe estar empezando a sentir el esfuerzo de la energía. Una mirada rápida a Zhongli confirma su sospecha. Hay gotas de sudor en la frente del ex-Arconte y su rostro comienza a verse un poco gris.

Aparentemente, el Dottore también piensa lo mismo. —Ver al ex-Arconte Geo en acción es ciertamente un placer, especialmente cuando no tiene su gnosis—. Tartaglia lo escucha reírse con alegría a cierta distancia frente a él. No puede identificar la ubicación exacta del Doctor desde la pared de enemigos frente a él, protegiendo su visión —¡Pero uno debe preguntarse cuánto tiempo puede aguantar! ¿Hacemos una prueba?