Los vientos otoñales están suspirando

XIV. La cura

—Parece sorprendentemente decepcionante, pero esto es todo. Esto es lo que envió el buen doctor.

Ajax hace girar el vial, sosteniéndolo hacia la luz. El líquido del interior es oscuro y brillante con la misma perla que cubre su medicina, pero la textura es mucho más acuosa. También deja una turbia veta de polvo gris mientras corre por el vaso antes de asentarse con el resto del líquido. Hm. Apetitoso. —¿Puedes sentir algo extraño al respecto? ¿Ominoso tal vez?

Le entrega el vial a Zhongli, quien lo ahueca con cuidado en sus palmas. Después de un latido de silencio, el ex-Arconte niega con la cabeza.

—No puedo sentir nada de este vial, ciertamente ninguna energía demoníaca. Parece emitir una fuerte energía elemental, aunque de qué naturaleza, no puedo decirlo —toca el tapón del vial—. Te importa si-

—No, adelante. Haz lo que necesitas hacer. Pongo mi salud en sus capaces manos, profesor.

Se quita el corcho y Zhongli acerca el vial, lanzando el aroma hacia sí mismo con un suave movimiento de su mano.

—Hm, solo por el olor, puedo detectar flores de niebla, minerales de hierro triturados y manzanilla. Hay otras cosas en la mezcla que huelen a metal. No siento nada venenoso.

Ajax toma el vial de Zhongli con un asentimiento agradecido. —Pensé que si me iba a envenenar directamente, lo pondría en la medicina. Supongo que no hay nada de eso. De fondo, supongo.

Levanta el frasco en aplausos y lo bebe de un trago.

Más tarde, llama a sus agentes a su oficina para una reunión y, cuando llegan, se despoja de su alegre personalidad de Ajax por el frío, meticuloso y despiadado Tartaglia.

—¿Hay algún informe sobre las actividades del Dottore? —levanta la vista de su silla de cuero detrás de su escritorio, su mirada recorriendo a sus dos mejores y más brillantes subordinados—. Me gustaría un resumen de todas las cosas que ha estado haciendo, especialmente con lo que ha hecho con la muestra inicial que le envié.

—Lord Heraldo —saluda el tío, da un paso adelante y entrega una pequeña pila de papeles, cuidadosamente encuadernados—. Terminé de descifrar el informe que nos enviaron los agentes del Palacio Zapolyarny. Parece que al recibir la muestra inicial, él reaccionó, y cito, "tuvo un ataque de ira". Sin embargo, había usado la muestra en un experimento destinado a contrarrestar los efectos de las sobretensiones eléctricas.

Tartaglia arquea una ceja. El Dottore en realidad había usado ese mechón de cabello que le dio para desarrollar la cura. Colorea su sorpresa, aunque tiene mucho sentido. El Dottore produjo esa cura con bastante rapidez después de que Tartaglia entregó sus muestras, sospechosamente. —¿Qué pasó después?

—El Dottore había dado órdenes a sus hombres para recolectar más muestras de cosas que son naturalmente resistentes a los poderes eléctricos. Aparentemente, algunas de las muestras que recolectó incluyen aquellas de poderosos poseedores de visón electro.

Eso tiene toda la atención de Tartaglia. ¿Potentes poseedores de visión electro? Ese es un calificativo interesante. El Dottore tiene un alto estándar para lo que él considera poderoso. Los únicos que probablemente consideraría poderosos son figuras legendarias como Varka, el titán de los Caballeros de Favonius, por ejemplo, o los adepti de Liyue.

Alternativamente, están los propios heraldos.

Hay un heraldo que inmediatamente me viene a la mente por ser un poderoso usuario de electro entre sus camaradas, y ese es el querido Scaramouche.