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—¿Qué...?

La reina estaba frente a mí, en las caballerizas, justo cuando los guardias estaban en medio de su entrenamiento y yo sostenía las toallas para ellos.

—Un matrimonio con mi hijo, eres la más adecuada para él, al menos por aquí cerca, no permitiré que él se vaya.

No entendía bien, ¿acaso ella pretendía que su hijo se casara conmigo?

No soy la más adecuada, es cierto que vivo en una residencia del castillo gracias a la posición de general Solis de mi padre, además de ser amigo del rey, pero aún así yo realizo trabajos como entregarle las toallas a los guardias en entrenamiento y cuidar de un invernadero de flores.

—Pero... Su Majestad, no soy la más adecuada...

—Eso ya lo decidí, tú te casarás con mi hijo, y no digas que no te gusta, los he visto hablando varias veces.

Me sonrojé, no era que estuviera enamorada de él, pero me avergonzaba saber que nos había visto.

El príncipe Ciro estaba muy interesado en las flores del invernadero que cuidaba, y de vez en cuando teníamos charlas casuales, sobre nosotros, sobre los guardias, sobre las flores, desde que tenía el invernadero bajo mi cuidado.

Pero él era así, amable e interesado por las cosas pequeñas.

Los herbolarios me decían que iba a menudo a los invernaderos de plantas medicinales, con el mismo interés, y hablaba con ellos durante largos ratos.

—Aún así, alguien como yo...

—Ya está decidido, niña... ¿Cuál es tu nombre?

—Nisha...

—Bien, Nisha, te mudarás al castillo hasta la boda. Tendrás una buena formación como una chica noble. Mañana comenzarás.

Y salió del lugar, la mujer que esperaba pacientemente junto a la puerta la siguió, con un andar noble, tranquilo. No como el mío, que era inquieto y apresurado.

Me dejé caer en el suelo.

Sabía que el rey Tudor y la reina Morana se casaron en un matrimonio arreglado, pero no esperaba que pretendieran lo mismo con su hijo menor.

El príncipe Ciro era el menor de tres, el primer hijo, Josiah, era tranquilo, con mirada severa y juzgadora, pero con un aura amable, era el más adecuado para ser rey, incluso su matrimonio fue en beneficio para el pueblo.

El segundo hijo era más relajado y abierto, entrenaba con los guardias y saludaba a la servidumbre, pero el príncipe Dorian se mudó a un reino extranjero, al otro lado del mar, pues no cortejaba a ninguna de las damas en la capital.

Quizá él tuvo la influencia en el príncipe Ciro que lo hacía tan amable y servicial, que lo hacía entrenar con los guardias y jugar a las peleas con sus guardias personales. A veces lo veía en sus enfrentamientos con ellos, era muy hábil con la espada y el arco, y me hablaba cuando se topaba conmigo.

Pero aún así...

Escuché múltiples galopes a la distancia, habían regresado, y me levanté apresuradamente, intentando recomponerme. Sentía el sudor frío en mi cuerpo, así como escalofríos. Tendría que buscar a papá más tarde para hablar con él sobre el matrimonio.

Y salió el primero de los muchachos, no intenté adivinar quién era, solo le tendí una toalla sin observarlo.

—¿Nisha...? ¿Qué te ocurre? Estás pálida...

Era Arturo, un gran admirador de mi padre y guardia personal del príncipe Ciro.

Di un salto al verlo, si él estaba ahí entonces también...

Lᴏ ϙᴜᴇ ʜᴀʏ ϙᴜᴇ ʜᴀᴄᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora