La leyenda de Hyrule

No. 18: La Gran Hada

Día 56 de mi viaje para ser un héroe.

Después de atravesar un desierto despiadado plagado de sanguijuelas gigantes, Dilan, Molly y yo logramos llegar a salvo a la Fuente de la Gran Hada. Estaba muy oscuro y hacia algo de frío, con la ayuda de Molly regresamos a nuestras formas humanas e inmediatamente fui a ver como seguía la chica amable.

Estaba en muy mal estado, su piel no infectada se empalidecía de un tono grisáceo y parece tener dificultades para respirar, no me gustaba verla así por lo que me ofrecí para hacer los primeros niveles de monstruos en esta torre enterrada. Pero como costumbre Dilan me rechazó y dijo que era muy pequeño para poder siquiera sobrevivir el primer nivel por mi cuenta, así que me dejó atrás para cuidar de la chica amable.

Odio que las personas hagan eso, me subestiman por ser un niño e ignoran el hecho de que fui lo suficientemente fuerte como para ser elegido por el héroe del tiempo. Si supieran la fuerza de voluntad y el control que se requiere para poder controlar el poder oculto de mis máscaras......

Sobre todo el de la Fiera Deidad, la máscara con el poder para destruirlo todo y a todos los que me importan, si llegara a titubear por al menos un segundo la máscara me haría perder el control y podría llegar a asesinar a mis propios compañeros. Pero siempre procuro mantener la calma y no mostrar debilidad, eso lo aprendí de Harry..... él siempre me apoyó y reconocía mi potencial cuando nadie más lo hacía, y por eso le soy leal en todo.

Después de un buen tiempo Dilan y Molly había despejado camino suficiente como para llegar a la Gran Hada, pero la oscuridad que derrotamos no era suficiente como para que pudiera curar a la chica amable. Dilan ya se dirigía al siguiente nivel cuando parece quejarse de dolor, inmediatamente tomé mi alforja de medicinas y la llevé conmigo hasta ellos.

- Yo: ¡Dilan! ¿Estás bien?

- Dilan: Estoy bien....... ¿Cómo sigue la Odiosa?

- Yo: Está descansando pero...... No está nada bien

- Dilan: Sigue tratandola, dale nuestras pociones si es necesario pero danos tanto tiempo como puedas

- Yo: Esperen, no pueden irse aún..... estás herido

- Dilan: Estaré bien...... tenemos que seguir avanzando

Es terco y testarudo a más no poder, estaban por irse cuando los escuché decir....

- Molly: ¿Estás seguro de que puedes continuar?

- Dilan: No tenemos tiempo....... ni siquiera llevamos la mitad

De ahí los dos se dejaron caer al siguiente nivel mientras de que nosotros nos quedamos en lo seguro, parece que realmente Dilan se está esforzando por buscar la forma de curar a la chica amable..... sorprendente viniendo de alguien que jamás había demostrado interés por nadie que no sea él, salvo por su hermana.

Seguí cuidando de la chica amable y sentía como temblaba por la alta fiebre, tomé una toalla pequeña y la humedecí con nuestro termo para intentar bajarle la fiebre. Me recuerda cuando tenía que cuidar de mi madre cuando enfermaba, jamás conocí a mi padre y mis hermanos mayores eran nuestro único sustento para sobrevivir..... por desgracia los monstruos llegaron durante la noche y se los empezaron a llevar.

En ese momento sentía tanto miedo, ellos no me habían visto ocultarme bajo las tablas de la escalera cuando bajé por medicinas, veía como mis hermanos inconscientes eran llevados arrastras hacia el carromato. Pero en el momento en que vi a mi madre en brazos de un monstruo, algo cambió dentro de mi, algo empezó a arder con intensidad y me decía que debía de hacer algo pero estaba muy asustado.

Vino a mis ojos una vieja máscara de madera que tallé para darme fuerzas y perdí años atrás, me la puse sin pensar y de ahí todo se volvió oscuro...... un terrible dolor en mi cabeza y mi cuerpo me hicieron pegar un grito de dolor y me hicieron retorcerme por el suelo. Creo que perdí el conocimiento porque lo siguiente que vi fue a los monstruos derrotados en el suelo y la carreta yéndose a gran velocidad, estaba por perseguirla cuando algo me sostiene del brazo.